Pablo Mas, mostrando uno de sus modelos en es Born, en Palma. | Pilar Pellicer

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Pablo Mas (Palma, 1989) estudió en el colegio Montesión, de Palma, y cursó el grado de Administración y Dirección de Empresas en Barcelona. Parecía que sus pasos estaban encaminados hacia el sector financiero, pero un trabajo de tres años en Camper hizo que se empezara a interesar por el mundo del calzado y en 2018 fundó su propia empresa, a la que llamó Yuccs.

¿Qué significa Yuccs?

– La palabra viene de un término inglés, yuccie, que es aquel joven urbano, creativo y emprendedor preocupado por la moda sostenible que da menos importancia a la marca y más a la sencillez y a la atemporalidad de sus productos.

¿Entró en Camper para ver cómo era el mundo del calzado y luego desarrollar su idea?

– Qué va. No pienso a tan largo plazo, pero sí que desde pequeño he sido inquieto e innovador y quería tener una idea y desarrollarla. Pero hasta que no entré allí no me había preocupado nunca por el mundo del calzado.

¿Qué aprendió?

– Los conceptos básicos de lo que es un zapato y luego cosas que se podían mejorar. Vi que iba a tener un tope en la empresa y decidí irme y poner en marcha mi propio proyecto.

¿Cuántas personas empezaron y cuántas hay en la actualidad en la empresa?

– Comenzamos el diseñador, que sigue siéndolo aunque no queremos que se sepa quién es, otra persona y yo. Y en la actualidad somos más de 100. La sede de la empresa está en Mallorca, pero fabricamos enElche. Ya me gustaría que tuviéramos la fábrica aquí, pero apenas quedan un par de empresas especializadas. Además, los costes se encarecerían mucho con las idas y venidas de materiales, productos...

Por lo menos no se han ido a China.

– Es algo que ni me he planteado. Puede ser que salga más barata la producción, pero luego no es tanta la diferencia. Además, es una mayor satisfacción crear puestos de trabajo en España, además de tener una relación más directa con todo el equipo y controlar todo el día a día.

¿Cómo les ha afectado la pandemia?

– Durante el confinamiento tuvimos un parón, pero después retomamos la actividad y para nuestra sorpresa comprobamos que nos iban mejor las cosas que antes de marzo de 2020.

¿A qué lo achaca?

– A una mayor concienciación de la sociedad por el producto local, de calidad, hecho en España y con materiales sostenibles. Y esa sensación continúa porque desde 2019 vendemos más de un 100 por 100 más que el anterior.

¿Todo su calzado está realizado con materiales sostenibles?

– Sí. La mayoría de las zapatillas están realizadas con lana merino, apta para todo el año porque es muy transpirable. Hay otros modelo más de verano hechas de bambú, las suelas están realizadas con caña de azúcar y para todas las plantillas usamos las semillas de la planta de ricino.

¿Cómo lleva el éxito?

– Es muy agradable ver que la idea que ha tenido uno se ha convertido en algo tangible. Por ejemplo, estuve en Madrid hace unos días y en poco tiempo vi a cinco personas que llevaban nuestras zapatillas.

¿Se fija mucho en el calzado que llevan las personas?

– Sí, siempre. Deformación profesional.

¿El pasado verano el rey Felipe VI lució uno de sus modelos?

– Pues me enteré porque un empleado me lo dijo. Nosotros vamos produciendo según pedido y es habitual que el cliente deba esperar un tiempo. Yo ni sabía que había uno de la Casa Real. Bueno, luego vimos que era de La Zarzuela y a nombre de una persona que trabaja ahí. Él luego nos dijo que el Rey le preguntó si sería posible tener unas de nuestras zapatillas y este empleado hizo la gestión.

Vaya subidón, ¿no?

– Sí, claro, fue todo un detalle. Es de agradecer que los Reyes, cuando vienen a Mallorca o a Balears, luzcan objetos realizados en Mallorca.De todas formas, el seguimiento al vestuario del Rey no tiene nada que ver con el que se realiza a la Reina, de quien se analiza todo lo que lleva cada día.

Hasta la fecha venden sólo ‘on line’. ¿Han pensado en abrir alguna tienda física?

– Sí, de hecho abriremos la primera en octubre en Jaime III. Y nuestra intención es abrir al menos una cada año en las principales ciudades de España.

Su proyecto ya está consolidado. ¿Cómo se siente?

– Por una parte siento una gran satisfacción porque digamos que ya funciona sola la empresa, aunque siga metiendo muchas horas cada día en ella, algo que por cierto me encanta porque disfruto mucho con mi trabajo. Pero por otra, siento que necesito emprender algún proyecto nuevo. Sobre todo hay uno que lo llevo ya pensando un tiempo con otras personas y que creo que se hará realidad. Esos nervios de la creación de algo, ver cómo nace, la incertidumbre..., eso es lo que realmente me gusta.

¿Cómo se relaja?

– No tengo muchas aficiones.Me gusta estar con mi familia, mis amigos, hago algo de deporte pero no mucho. La verdad es que no tengo mucho tiempo libre y menos dentro de unos meses porque mi mujer está embarazada y en octubre nacerá nuestro primer hijo, un niño.

¿Y si recibe una oferta para vender la empresa?

– No lo haría, aunque nunca puedes decir ‘de este agua no beberé’.