Manuel Díaz 'El Cordobés' ha toreado en multitud de ocasiones en las diferentes plazas de Mallorca. | L. CARNERO

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Manuel Díaz 'El Cordobés' (Madrid, 1968) será uno de los integrantes del cartel inaugural de temporada taurina en Mallorca. Si no hay novedades    de última hora, le acompañarán en el paseíllo Javier Conde, Cayetano (Rivera Ordóñez), Emilio de Justo, El Rafi y Marcos Linares, que lidiarán cinco novillos de El Torreón y un eral de Ruiz Palomares. El festival taurino se celebrará el próximo viernes, día 30, en la plaza de toros de Inca a beneficio del Club Elsa. Los precios de las entradas, entre 30 y 112 euros.

Tras prácticamente tres años parado por una operación de cadera ha reaparecido en los ruedos hace pocas semanas. ¿Cómo se encuentra?

— Estupendamente. Como un chaval de 25 años. A finales del siglo pasado un toro me cogió en Cali (Colombia) y me destrozó toda la musculatura de la cadera. No tuve la recuperación ni la rehabilitación deseada porque el calendario mandaba y ello me supuso una descompensación en la otra cadera que me obligó a operarme. Lo hice en 2018, pero aún hoy sigo teniendo que hacer ejercicios, aunque me encuentro fenomenal. Me han puesto una prótesis como la del tenista Andy Murray. La operación es más invasiva y la recuperación más laboriosa, pero los resultados a la larga son espectaculares.

Este parón forzoso le ha coincidido con la pandemia.

— Sí, ha sido un tiempo de pensar mucho y en muchas cosas, tanto dentro como fuera de mi profesión. Mi mujer fue la que me ha ayudado a volver a ser el de antes porque decía que una lesión no me podía retirar del mundo del toro.

Viene a Mallorca, una tierra que le resulta muy conocida en muchos aspectos.

— Así es. He toreado en Palma, Inca y Muro en multitud de ocasiones y es una zona que me encanta, con mucho arraigo taurino. Además, la Isla es una maravilla y vengo cada cierto tiempo porque uno de mis hermanos, Damián, vive aquí desde hace muchos años.

¿Qué es lo que más le gusta de Mallorca como turista?

— Los pueblos de interior.Me encanta perderme un par de días por ahí. He visto la rehabilitación de algún molino convertido en vivienda que es una maravilla.

¿Cómo ve la fiesta?

— Pues como todo lo que perdura en el tiempo tiene momentos más altos y más bajos, pero yo le auguro mucho futuro y lo he podido comprobar en las corridas que he tenido hasta la fecha.

¿Se ha convertido en un problema político?

— Los guerreros decían antiguamente ‘Divide y vencerás’. Estamos muy divididos en ideas, pensamientos, colores, formas...Todos parece que necesitamos un enemigo al que atacar y el mundo del toro es un blanco fácil. Yo estoy de acuerdo con los antitaurinos en que defiendan lo que quieran, pero que me respeten cuando yo defienda lo mío.

¿Cree que aprenderemos algo después de la pandemia?

— Tenemos que pensar que estamos aquí de paso y que el mundo no nos pertenece. Esto nos ha demostrado que somos frágiles y vulnerables. Tendríamos que unirnos para dejar las cosas más fáciles a los que vengan detrás de nosotros.

Ya tiene 53 años y lleva muchos de ellos siendo una persona famosa. ¿Cómo lo ha llevado?

— La fama sirve para utilizarla.Si es al revés es cuando estás perdido. Es muy gratificante verte reconocido por la gente por tu profesión y por defender una verdad. ‘El Cordobés’famoso es el que trabaja para mí, pero ante todo soyManuel, una persona. Yo intento usar la fama para hacer ver que se puede conseguir los objetivos que uno se fija, pero con esfuerzo.

¿Alguna vez ha pensado que le gustaría torear como otro compañero?

— Yo admiro a todos y últimamente aprendo de los jóvenes, que me recuerdan a mí en mis inicios. Pero siempre he sido ‘cordobesista’ acérrimo e intenté emular a mi progenitor, que ya lo puedo llamar así.