Las separaciones de los famosos alcanzan cifras millonarias.

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Esta es una de las listas a las que no querrían pertenecer. El ranking de los divorcios más caros de la historia sigue creciendo en los últimos años. Aunque, aparentemente, una pareja que vive en una casa de miles y miles de metros cuadrados y tienen un patrimonio millonario no deberían tener problemas, son muchos los famosos que se enfrentan a gastos millonarios cuando se acaba el amor.

Los sentimientos no entienden de cifras, y menos cuando se acaban. El primer puesto del podio de los divorcios más caros lo ocupan la pareja que formaban Bill y Melinda Gates, que se han repartido una fortuna de 110.000 millones de dólares. El segundo puesto de los divorcios de lujo es para Jezz Bezos y MacKenzie Scott. El patrimonio del dueño de Amazon supera los 77.000 millones de dólares. La ruptura de la pareja en 2019 fue coronada como la más cara hasta el momento, tras 25 años juntos, Scott se quedó con el 4 % de la compañía, es decir, con más de 35.000 millones de dólares. Tras la separación, se clasificó como la tercera mujer más rica del mundo, según Forbes.

Por debajo se sitúa el de Alec Wildenstein y Jocelyn Wildenstein. Tras veinte años de matrimonio, la decisión de la separación les salió cara. El empresario francés tuvo que pagar 2.500 millones de dólares a su exmujer, una cifra a la que tuvo que sumar otros 100 millones anuales durante los 13 años siguientes.

La lista sigue, y a ella se suman el magnate de la comunicación Rupert Murdoch que se ha divorciado tres veces. La segunda ocasión fue la más costosa, ya que le tuvo que dar la mitad de su dinero, 1.700 millones de dólares, a la madre de sus tres hijos, la periodista Maria Torv. Mel Gibson y Robyn Moore también entran en el 'top 10', el actor tuvo que darle 425 millones de dólares a la actriz cuando se divorciaron.

Otras de las cifras más escandalosas, y que durante años ocupó el primer lugar de los divorcios más caros, fue el del multimillonario saudí Adnan Khashoggi con su primera esposa, una ama de casa británica de 20 años, Sandra Daly, que se convirtió al islam y adoptó el nombre de Soraya. Se casaron en 1961 y trece años después se separaron. Ella recibió 714 millones de euros.

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En este club también está el que fue el presidente de Fórmula 1 Bernie Ecclestone. En el 2008, se divorció de Slavica Radic, una exmodelo croata 28 años más joven que él y con quien tuvo dos hijas, Petra y Tamara. El acuerdo de divorcio nunca se hizo público, per se estima que se cerró en unos 1.000 millones de euros. En los últimos tiempos ha sido muy sonada la separación entre Kim Kardashian y el rapero Kanye West, ya que se se han repartido un patrimonio de 2.100 millones de dólares.

Divorcios a la española

Las celebridades españolas también saben que cuando se rompe el amor también pierde la cuenta bancaria. Sin duda, el divorcio más sonado en el país ha sido el de Amancio Ortega. El creador del imperio Inditex se divorció de Rosalía Mera, y tras los tramites esta escaló posiciones para convertirse en la mujer más rica de España con una fortuna de 1.500 millones de euros y un 7 % de la empresa textil.

La hija de empresario gallego también tuvo que pasar por lo mismo que sus padres. En 2014, Marta Ortega protagonizó una ruptura con muchos ceros. Varias revistas del corazión apuntan a que el jinete Sergio Álvarez podría reportarle unos 400.000 euros anuales por guardar silencio sobre el clan.

Las hermanas Koplowitz, Alicia y Esther, vivieron el divorcio con sus parejas, Alberto Cortina y Alberto Alcocer, casi a la vez. Las empresarias vieron mermada su fortuna con el mordisco que cada uno de sus maridos se llevó y que se estimaba en unos 12 millones de euros.

Aunque Antonio Banderas y Melanie Griffith se casaron en régimen de separación de bienes, en 2004 firmaron un contrato de régimen de gananciales. Un trámite que dicultó años más tarde el proceso de divorcio. El fin de la relación entra ambos se zanjó con una pensión mensual de 60.000 euros, una casa en Colorado y un cuadro de Picasso. Una vez más, el amor no entiende de cifras.