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Enrique del Pozo, nuevo colaborador de Viva la vida, protagonizó este domingo 'La escalera de las emociones', la sección en la que los colaboradores recuerdan pasajes de su vida que les han marcado y que, hasta ahora, han sido desconocidos para gran parte del público.

Entre otras cosas, el artista, exintegrante del grupo Enrique y Ana, confesó que había sufrido acoso a los 11 años por parte de un sacerdote. "Él pretendía que yo le masturbase, pero lo terrible fue el chantaje posterior. Yo tenía miedo de que me quitaran la beca con la que estudiaba y mi madre no pudiera pagarme los estudios, esto nunca se lo conté a mi madre". Yo recuerdo tener miedo a quedarme dormido, él estaba en el salón de al lado y a mí me daba pánico estar allí con él", recordó el cantante.

Sobre esa etapa de niñez, también desveló lo importante que para él fue el papel de su madre, separada, que tuvo que hacer de madre y padre a la vez. Una separación que no estaba bien vista en aquella época. "Cuando yo era pequeño, iba a comprar el pan y me decían: 'no le vendemos el pan al hijo de una puta'. Pensaban que mi madre era una mujer fácil por el hecho de estar separada, le proponían cosas delante de mí", contó Del Pozo sobre algunos hombres de la época.

Además, el colaborador habló abiertamente de su orientación sexual. "Nos veíamos obligados a fingir, yo tuve que hacer dos montajes con mujeres", admitió. Hasta que se dio cuenta de que era mejor confesar su bisexualidad. "Me di cuenta de que no podía estar con 40 años engañando al público y engañándome a mí mismo".