El mensaje de que el tabaco es nocivo para la salud de los fumadores y la de las personas que las rodean no cala como desearían organizaciones de la sociedad civil como la Asociación Española de Lucha contra el Cáncer. | Martin Büdenbender

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El debate está servido. Vencer la batalla del tabaquismo, la adicción a la nicotina que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) constituye la primera causa de otras enfermedades, invalidez y muerte prematura del mundo, es el objetivo que un año más regresa al foco en esta última jornada de mayo en la cual se conmemora el Día Mundial sin Tabaco.

En este contexto la Asociación Española de Lucha contra el Cáncer (AECC) ha exigido a las autoridades españolas que endurezcan las condiciones en las que actualmente se puede consumir tabaco en el espacio público, conscientes de que las medidas y políticas para desincentivarlo no funcionan como desearían.

Al contrario que otros casos como el Reino Unido, donde las tasas de fumadores se han reducido a la mitad en los últimos diez años, en España la reducción de las personas que fuman cada día permanece en índices similares en este tiempo, e incluso se ha detectado un cierto incremento entre grupos determinados como la población joven y las mujeres.

Es en este contexto que la Asociación Española de Lucha contra el Cáncer ha reclamado, nuevamente, que el Gobierno restrinja el uso del tabaco en espacios públicos donde se dé la concurrencia de menores de edad, como por ejemplo terrazas o paradas de autobús.

A esta petición se han unido múltiples sectores de la sociedad civil que conocen de primera mano los efectos de una lacra como el tabaquismo, entre ellos la Asociación Española de Afectados de Cáncer de Pulmón, uno de los tipos de cáncer más devastadores y que en los últimos tiempos afecta a más mujeres.

Sin embargo, muchas de las personas que todavía no han abandonado este hábito nocivo para su salud y para la de las personas que les rodean, incluidos niños, muestran reticencias a admitir de buen grado la limitación del consumo de tabaco en el ámbito público, algo que en ocasiones produce tensiones y dificulta la convivencia.