Pia Mateo y Jon Martínez, junto a sus hijos Pia y Aritz, este lunes en su casa. | ALEX SEPULVEDA

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El quirófano no se parece en nada a un ring. Jon ‘Tornado’ Martínez afronta el combate más duro de su carrera, hoy por la tarde, en el hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. No lo hace como boxeador en el peso pluma ni como entrenador del Miranda Gym del Coll d’en Rabassa. Lo hace como padre de Aritz, un niño de seis años al que van a operar del corazón.

Jon y su mujer, Pia Mateo, estarán apoyando a su hijo, al igual que hace el pequeño cuando pelea su padre en Mallorca y le dejan ir a verlo. Aritz y su hermana Pia, de diez años, se colocan una cinta roja en la cabeza con la inicial del nombre de su padre y su apellido.

«Aritz lleva con este problema desde que nació. Tiene una doble vena aorta que se le cruza por el esófago y le estrangula la tráquea», cuenta Jon. El día que nació su hijo, el 5 de agosto de 2014, había un helicóptero en el hospital Son Llàtzer por si tenían que evacuarlo de urgencia a Barcelona. «Como respiraba bien, los médicos decidieron no intervenirle e ir haciéndole pruebas cada año».

Cuando Pia Mateo llevaba seis meses de embarazo detectaron la doble vena aorta del bebé. «Nos dieron la opción de abortar», recuerda Jon, pero el matrimonio se negó. «Durante la pandemia empezó a atascarse, a vomitar. Le costaba tragar». Pia añade que es como una malformación. «Siempre vives con el temor de que llegue este momento. Pensábamos que llegaría algún día, pero no sabíamos cuándo».

La operación, explican, consiste en pinzar la vena para ver cómo reacciona el corazón. «Una vez que vean si va bien se la cortarán para que deje de crecer y de provocarle el aplastamiento de la tráquea y el esófago». La intervención empezará a las 15.30 y se prolongará hasta la noche. A continuación, trasladarán al pequeño Aritz a la UCI, donde quedará ingresado. «Si la pelea fuera conmigo, lo podría llevar mejor, pero cuando hablas de tu hijo es muy complicado. Es como cuando te avisan con poco tiempo de un combate muy importante y no sabes si realmente estás preparado».

Aritz practica boxeo y está listo para ir al quirófano. Sabe que este martes, a las seis y media de la mañana, le toca coger un avión para viajar a Barcelona a que le operen.

–¿Nos llevamos los guantes?, le pregunta su madre.