La joven Yana Olina derrocha simpatía y belleza. | IÑIGO SALCEDO

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El baile deportivo es su pasión y gracias a él muchos son los éxitos y las alegrías que ha cosechado, tanto profesionales como personales, pues además de ganar varios campeonatos y convertirse en una gran profesora, Yana Olina conoció en el programa de televisión Bailando con las estrellas al amor de su vida, el cantante David Bustamante. Discreta y trabajadora, Olina se aleja de los focos mediáticos del mundo del corazón y sigue destacando en la pista de baile donde su belleza, talento y movimientos hipnotizan. Y no solo al de San Vicente de la Barquera.

¿Cuál es el secreto para triunfar en la pista de baile?
— Disfrutar y constancia. Todo tiene un proceso y muchos bailarines se olvidan, centrándose solo en los resultados. Pero una buena organización y constancia te llevan al éxito.

¿Cómo llegó a Mallorca?
— Fue en el año 2009. Vivía en Valencia con mis padres. Tenía muchos títulos detrás, había sido varias veces campeona de la Comunidad Valenciana, finalista y bronce en los Campeonatos de España y buscaba una pareja de baile. Mi actual compañero de baile, Adrián Olmo, se puso en contacto conmigo para hacer una prueba. Hubo feeling bailando y me mudé a Mallorca.

¿Recuerda los inicios en la Isla?
— Fue gracias a Francisca Barceló y Gabriel Riera. Nos ayudaron y apoyaron mucho en la creación del club y en nuestra carrera. Ellos fueron los pioneros en organizar Mallorca Dance Sport Challenge, que trajo el Campeonato del mundo a la Isla. Hoy en día, Adrián Olmo y yo tenemos un gran club, que se llama Club de Ball Esportiu Felanitx, y nos ha costado lo suyo, pero estamos muy contentos con esta generación, que promete.

Gracias al baile, y concretamente al programa Bailando con las estrellas, conoció a su chico.
— Sí. Fue una experiencia muy bonita. La pena es que el programa no continuara. De David me atrajo su naturalidad, lo divertido que es y cómo me hacía sentir cuando estaba con él. Es un hombre maravilloso.

Fuera de aquella experiencia y hoy en día, ¿siguen bailando cuando están en casa?
— El baile nunca falta en nuestra vida. Incluso volvería a repetir aquella experiencia en la tele.

«En el baile hay que sacrificar muchas cosas, pero además hay que ser constante y disfrutar»

¿En algún momento ha querido tirar la toalla en la pista de baile?
— Desde pequeña siempre me gustaba bailar, pero también quería ser profesora. Así que esos dos sueños van unidos hoy en día. He tenido momentos difíciles, pero la relación que tengo con el baile es muy fuerte como para dejarlo. El baile es una forma de vivir.

En su tiempo libre, ¿también baila?
— Claro que sí. Pero también me gusta leer, escuchar música, viajar, la moda y coser. De hecho he confeccionado mucha ropa de entreno. Me gusta crear.

¿Qué le diría a los jóvenes que quieren dedicarse profesionalmente al mundo del baile?
— Que sea su forma de vida. Hay que sacrificar muchas cosas, entre ellas el tiempo libre o salir con los amigos. Pero además han de ser constantes y no dejar nunca de aprender.

¿Cree que tendría que haber más programas y concursos de baile en televisión?
— Me encantaría, y no solo a mí. Me gustaría volver, tanto como bailarina como, quizás, profesora o jurado. Algunas personas me escribieron al ver el programa de TVE, contándome que les ayudé a volver a despertar esa ilusión y decidirse a bailar con su pareja. Esa es una de las cosas más bonitas que me ha podía pasar.

Yana y su novio, David Bustamante, en ‘Bailando con las estrellas’.