Marta, en su furgoneta, hace una parada en la campiña inglesa.

TW
9

Marta Zaforteza es una mujer de 35 años que, pese a haber nacido en el seno de la conservadora nobleza mallorquina, ha sabido hacer de su vida un ejemplo de libertad. Tanto es así que ha convertido una camioneta en su hogar y tras hacerlo ha decidido ser madre soltera por inseminación artificial, abandonando el mundo del lujo, donde ha trabajado con gran éxito desde puestos de muy alta responsabilidad, para emprender una nueva aventura.

¿Quién es Marta Zaforteza?
– Soy una mujer decidida, libre, independiente y segura de que para conseguir lo que quieres en la vida no necesitas depender de nadie. Supongo que lo aprendí desde niña porque continuamente nos cambiábamos de casa y de país y tenía que hacer amigos nuevos. Eso es algo que le da mucho miedo a los mallorquines y lo que más les llama la atención de que haya querido vivir sola en una furgoneta. Lo cierto es que los viajeros en furgoneta somos una gran comunidad, como una gran familia con la que acabamos teniendo tanto en común que nunca te sientes sola.

Suena a ‘hippy’. ¿Lo es?
– Soy una persona abierta a aprender y a mejorar constantemente. Tengo la suerte de ser medio mallorquina y de una familia de toda la vida, Zaforteza de Ca’n Quint, y medio inglesa por mi madre, que era instructora del Queen College. Mire, si mi abuela paterna me viera ahora, estoy segura de que estaría muy orgullosa de mi, y eso que la familia es muy tradicional.

Usted es un ejemplo claro de la mujer aristócrata de hoy…
– Eso quiero pensar. Si no eres libre para hacer de tu vida lo que quieras, ¿qué te queda? Hay que tomar decisiones por una misma, que nadie las tome por ti. Por mucho miedo que te dé hay que hacerlo, libremente, y sobre todo para no quedarte en esa burbuja de confort que es de todo menos vida. Es mejor equivocarse que no vivir. Mire, hoy día cuando buscas trabajo lo que hacen los contratantes es buscar en Google cuántas veces a lo largo de tu vida te has equivocado porque hacerlo, equivocarte muchas veces en el trabajo o en la vida, es signo de que eres valiente, emprendedor, resiliente y luchador. De cada experiencia aprendes.

Han pasado muchas cosas desde que inició esta aventura...
– Sí, tanto que no sé cómo voy a adaptarme a mi nueva vida todavía. Estoy embarazada de una niña que nacerá en unos meses pero el caso es que pude hacer habitable mi furgoneta pidiendo un préstamo, trabajando mucho, nadie me ayudó, no fue un capricho y tengo que buscar la forma de sacar ese proyecto tan bonito adelante así que he decidido alquilarla, y está despertando un gran interés. Será una forma de que otros puedan disfrutar de la experiencia y de que yo, al ser madre soltera, pueda sobrevivir. Soy positiva. Siempre he querido ser madre, de jovencita decía de broma que si no encontraba a la pareja adecuada, lo haría sola. Lo decía con miedo y mire por dónde hace poco lo deje con una pareja y pensé que había llegado el momento de no perder más el tiempo. Si me mudaba a la furgoneta y dejaba el centro de Londres, donde es carísimo vivir, podía costearme tener un bebé sola. No me planteo mucho más.

¿Usted, además de ir por Inglaterra en furgoneta, tiene un trabajo tradicional?
– Sí, y está basado en Londres. En Inglaterra la baja por maternidad es una de las peores de Europa. En verano, cuando ya tenga a la niña, veré si regreso a Mallorca. Ese es mi objetivo desde hace cinco años y eso que ya llevo diez viviendo en Londres. Soy secretaria de dirección para un empresario con varias empresas. Es un trabajo estresante y con un horario que no es fijo. Comienzo a las seis de la mañana y puedo estar hasta las diez de la noche, parando solo un rato para descansar. Antes de la pandemia, y al tener ya mucha confianza con mi jefe, pude trabajar durante varios meses al año a distancia, lo que me facilitó el poder vivir en la ‘furgo’. La pandemia nos ha enseñado que el teletrabajo es posible. No me apetece mucho volver a vivir en Londres.

¿Por el ‘Brexit’?
– Hay una mezcla de motivos, uno indudablemente es el ‘Brexit’, y el otro es la pandemia, que ha puesto todo patas arriba. La gente se ha dado cuenta de que pagaban unos alquileres de oficinas sobredimensionados cuando podían trabajar perfectamente desde casa y ya nadie quiere volver a la City en las condiciones de antes. A mi los tiempos me funcionaron muy bien, compré la furgoneta a principios del año pasado para renovarla y comenzar a habitarla a partir del mes de mayo. En junio pude comenzar a viajar con la furgoneta, justo cuando abrieron el país.

¿Es agradable vivir en una furgoneta?, ¿lo hará con su hija?
– No es fácil. Sé que por las fotos parece todo muy bonito, pero es duro. Es un trabajo constante de previsión aunque ver el amanecer cada mañana desde donde tu quieras no tiene precio. Creo que en los primeros años de vida de un niño es fundamental que conozca, vea, sienta la naturaleza y conozca otras culturas. Así que, si puedo, la llevaré conmigo lo más rápido posible. Se me presenta un problema y es que si quiero vivir en España y hacerlo en la furgoneta es mucho más complicado homologarla que en Inglaterra. En España no aceptan que pueda poner una chimenea en la furgoneta cuando en Inglaterra sí que se acepta. Mi ‘furgo’ tiene todas las comodidades, no es una caravana al uso.

¿Dónde nacerá su hija?
– Quiero que tenga la doble nacionalidad, como yo, así que ahora es preferible que nazca en Inglaterra. Además, quiero tenerla en casa, en piscina de agua, y eso en Gran Bretaña esta más normalizado. El cuerpo de una mujer está hecho para dar a luz de manera natural, con el dolor natural que conlleva. Quiero sentir esta experiencia natural y dar poder a la mente para que actúe en consecuencia. He hecho cursos de hipnoparto y he perdido el miedo a ese momento, estoy deseando que llegue. Dicen que parir empodera mucho.

Parece usted muy ‘hippy’ y sin embargo no lo es en absoluto, al menos aparentemente, cuando se analiza su brillante curriculum profesional.
– Trabajé durante cinco años en el mundo del lujo, márketing en moda. Después en Louis Vuitton trabajé de secretaria de dirección con base en Londres. Llevo cinco años intentando cambiar el chip, deshaciéndome de ropa cara que ya no uso porque ya no quiero ese estilo de vida. Trabajé antes de niñera para familias de la realeza o grandes fortunas. Nunca he trabajado de nanny a tiempo completo, pero me comparaban mucho con las famosas Norland Nannys, que son las de los niños de los duques de Cambridge y las que contratan las grandes familias del mundo. Su nivel de preparación es altísimo pero es que son muy necesarias. Estudié Jardín de Infancia, después periodismo y márketing y fue en ese momento en el que ejercí, en vacaciones y acompañándoles por el mundo. Aprendí muchísimo, conocí mundo y me pagaban muy bien.