Los curiosos y visitantes pueden observar los vehículos a distancia y siguiendo el protocolo de seguridad sanitaria. | Julián Aguirre

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El Rally Clásico Isla de Mallorca arrancó ayer su XVII edición desde Puerto Portals. Más que una prueba de competición, es un auténtico espectáculo. Curiosos y amantes de los coches clásicos y de época se acercaron hasta la marina de Calviá, cumpliendo todas las estrictas medidas y normas de seguridad sanitaria con motivo de la pandemia, para ver la salida de los cerca de setenta vehículos participantes. Dos horas antes, el público, dentro de un orden, pudo observar los modelos.

Uno de los coches más espectaculares y fotografiados fue el New Stratos. Es un vehículo único en el mundo, valorado en 1,2 millones de euros aproximadamente, que solo pisa el asfalto en esta competición. Su propietario es el multimillonario Michael Stroschek, dueño de la multinacional Brosse, con más de 15 mil empleados. A causa de la pandemia, en esta edición no hay famosos ni rostros conocidos, sólo propietarios de grandes fortunas y amantes de los coches. Entre estas joyas del asfalto, dos Bentley, un Old Number One de 1948 y un Racer de 1949. «Se trata de coches de un valor incalculable», asegura el director de la carrera y alma mater del rally, Toni Dezcallar.

El ambiente en Puerto Portals dista mucho de las grandes ediciones, cuando no había COVID-19, pero se acerca a una cierta normalidad. La salida del rally tuvo lugar ayer por la tarde, dos horas antes de lo acostumbrado debido al toque de queda. Al respecto comenta el piloto mallorquín Nadal Galiana, tres veces campeón del rally, que «es bonito correr de noche, pero hay que entender las circunstancias». Galiana, a los mandos de su Ford Scort MK2 de 1976, intentará alzarse con el triunfo frente a su gran competidor, el alemán Kriss Rosemberger, quien llega con su Porsche reconstruido a causa de un reciente accidente.

Quien participa, pero no compite, en el rally es Charly Bosch, un inventor alemán afincado en Mallorca, que hace unos meses ha construido un coche eléctrico. «Me ha costado unos 100.000 euros y es un placer conducirlo por las carreteras de la Isla. No salgo a correr, entre otras cosas porque no tengo cristal en el parabrisas y es incómodo». Entre estas joyas clásicas del asfalto ruedan el legendario Jaguar E-Type y un Porsche de 1956, que fue el primero que se fabricó en serie.

Este año, la competición tiene acento mallorquín y germano ya que pilotos ingleses y de otras nacionalidades no han podido trasladarse hasta la Isla por la pandemia. Aun así, todos están agradecidos de volver a rodar por las carreteras de Mallorca.

Este vehículo de la firma Bentley, modelo Old Number One de 1948 y de un valor incalculable, es conducido por sus dos propietarios, el multimillonario Josef Schumacher y Hans Keller, de nacionalidad alemana, que lucen vestimenta de época.

Joyas en el asfalto de Mallorca

El rally comenzó ayer por la tarde recorriendo el tramo Estellencs-Andratx. A las 8.30 horas de esta mañana, los vehículos salen desde Puerto Portals dirección Coves de Campanet, Pollença, Gorg Blau-Mirador de ses Barques y la mítica carretera de sa Calobra, que únicamente se cierra para el Rally Clásico de Mallorca. Mañana, sábado, último día del rally, el recorrido es por el Coll dels Tords, Coll de sa Creu, Puigpunyent, Esporles y Puerto Portals.