¿Qué es la fibromialgia?

Las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollar la enfermedad. Se trata de una patología que afecta a entre un 2 % y un 7 % de la población. Muchas personas que sufren fibromialgia también tienen dolores de cabeza tensionales, trastornos de la articulación temporomandibular, síndrome de colon irritable, ansiedad y depresión.

A pesar de que todavía existen muchas incógnitas sobre esta enfermedad, sí se sabe que es crónica, no degenerativa, y que provoca hipersensibilidad en diferentes áreas corporales, como por ejemplo, el cuello, la espalda, los hombros, la cadera, los brazos o bien las piernas.

Causas de la enfermedad

Hasta el momento no se ha conseguido identificar las causas exactas de la enfermedad. Sin embargo, existen algunos indicios que ayudan a conocer las causas de esta patología. La causa genética es una de ellas, ya que en la mayoría de ocasiones la fibromialgia suele ser hereditaria, podría haber ciertas mutaciones genéticas que probablemente te hagan más vulnerable a desarrollar este trastorno.

Por otra parte, algunas enfermedades infecciones parecen desencadenar o agravar la fibromialgia. Finalmente, el estrés también está asociado a la enfermedad.

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Síntomas de la fibromialgia

Entre los principales síntomas de la enfermedad está el dolor generalizado. Para que se considere generalizado, el dolor tiene que ser en ambos lados del cuerpo, y por encima y por debajo de la cintura.

Otro de los principales síntomas es la fatiga, las personas con está patología se despiertan cansadas y no logran dormir seguido por el dolor. Finalmente, también suelen presentar dificultades cognitivas, como falta de enfoque, atención y concentración mental.

Tratamientos

La fibromialgia es una enfermedad crónica, de modo que no existe una cura definitiva. Sin embargo, existen algunos tratamiento que ayudan a mejorar la calidad de vida de los enfermos.

Al no existir un medicamento concreto, el tratamiento tiene que ser personalizado para cada paciente. El objetivo del médico será reducir los síntomas y el dolor. Reducir el estrés y relajarse es conveniente, también se recomienda a los pacientes acudir a un fisioterapeuta.

En cuanto a la medicación, el uso de analgésicos como paracetamol e ibuprofeno sirven para mejorar el estado general del cuerpo y reducir el dolor. Siempre se tiene que tomar la medicación baja la supervisión de un médico.