Marina Gil e Isabel Cabello, superando una de las pruebas en Mallorca. | Redacción Digital

TW
5

Cuando termina su trabajo en el despacho, se va a entrenar dos horas. Es lo que hace Juan Alberto Oliva cinco días a la semana con su grupo Workout Mallorca, especializado en entrenamientos personales en el estilo Boot Camp, donde priman la motivación y la dura preparación física. Durante todo el año se entrena para participar en las Spartan Race, líder en el mundo de las carreras de obstáculos. «Empecé hace tres años. Lo fui descubriendo poco a poco cuando fui al gimnasio, te vas enganchando y entrando en el mundillo. La verdad es que es muy divertido, mucho. Además de la superación de obstáculos (que parece que no puedes hacer ni loco), ves que los vas pasando y que puedes ir a más. Es un reto constante. Te caes, te ensucias, sigues… No haces algo en concreto: corres, haces bici, equilibrio, cuerdas, escalada, carreras trail… hacemos 22 kilómetros por la montaña y 60 pruebas entre medias».

Su primera Spartan fue en Mallorca, en 2019, «pero ya había corrido otras carreras más pequeñas no oficiales», señala Juan Alberto. Para que el cuerpo le responda, entrena cinco días a la semana (dos horas cada día). Ahí se incluyen actividades de cardio, agarres en suspensión, ejercicios de carga, fuerza, levantamiento de peso y agilidad. «Lo peor para mí son las pruebas de equilibrio. Si me ponen una cinta entre dos postes (funambulismo), es caída asegurada. Me gusta mucho trepar la cuerda. Incluso me he puesto una cuerda en casa».

Juan Alberto Oliva, en la Spartan Nocturna de Córdoba 2019.

Marina Gil tiene 37 años y es vigilante de seguridad. Sus jornadas de trabajo son de 12 horas. Lleva más de cuatro años participando en estas carreras. «Siempre he corrido en atletismo y quería algo diferente. Empecé a conocer estas carreras y aquí sigo. Entreno cuatro o cinco días a la semana (una hora por día). Lo que menos me cuesta es superar los obstáculos (los muros…). Soy ágil. Y lo peor para mí es la resistencia, correr cuesta arriba. El cuerpo lo llevas al límite. A lo mejor llevas corriendo dos kilómetros en un terreno exigente (con barro…) y te llega una prueba en la que tienes que coger una saca de 30 kilos. Y hay que superar todas las pruebas. La verdad es que engancha porque siempre quieres más».

Con el trabajo

El año pasado hizo la primera Trifecta, que se consigue al completar las tres distancias posibles de la Spartan –Sprint, la carrera más corta; Súper, 25 obstáculos a través de 10 kms de recorrido; y Beast, 30 obstáculos en 50 kms–. «He corrido en Mallorca, Andorra y Barcelona. Mi objetivo es correr la Ultra (50 kilómetros). La verdad es que cuido un poco la alimentación, pero poco más, sin pasarse. Lo más difícil es compaginar el entreno con el trabajo», añade Marina Gil.

La carrera es dura y requiere una gran capacidad de resistencia. «Es lo que más les cuesta. Correr por la montaña. Para prepararse, deben hacer entrenamientos progresivos saliendo a correr con distintos desniveles. También es muy importante el trabajo de fuerza en los brazos para agarrarse bien a las anillas y a todos los accesorios que cuelga Spartan. Tienen que trabajar mucho el tema aéreo. En Mallorca puede haber cerca de mil personas entrenándose para estas carreras. Está muy de moda. Les llaman carreras extremas, pero es más una superación mental de cada persona. La gente tiene en sus manos algo accesible y cuando terminas, la superación y la euforia es lo que te hace sentirte tan enganchado», afirma Sergio Marcos, entrenador del grupo Workout Mallorca, al que hay que sumar otros, como Spartan SGX u OCR Warriors.

Sergio Marcos es entrenador del grupo Workout Mallorca.

Isabel Cabello, auxiliar técnica veterinaria, también participa en estas pruebas. De hecho, es entrenadora del grupo Workout. Su próximo reto es participar en junio en la Ultra de Andorra. «Entreno cinco días (1,5 horas) y dos de ellos los dedico a correr por la montaña. Lo más duro para mí son las pruebas de colgarse y lo más fácil, las de fuerza y correr», afirma.