Muchos son los hombres que se dejan crecer el ‘mostacho’ en apoyo a la lucha y visibilidad social de la salud masculina.

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Desde 2012, el movimiento Movember ha crecido, en Mallorca, año tras año entre quienes apoyan la causa dejándose el bigote durante todo el mes de noviembre. Una acción, Movember, orientada a concienciar sobre temas de salud del hombre tales como cáncer de próstata, cáncer de testículo, depresión masculina e inactividad física, así como recaudar dinero para ayudar a luchar contra dichos problemas de la salud.

Uno de los primeros mallorquines en dejarse el bigote, cada mes de noviembre, desde hace ocho años, para dar visibilidad a la causa es el actual alcalde de Llucmajor, Eric Jareño. A sus 31 años, Jareño sigue apoyando el movimiento. «Siendo concejal siempre me lo dejé y al salir elegido alcalde algunos me preguntaron si me seguiría dejando el bigote. Pues además, apoyo la lucha contra el cáncer de próstata con una gran pancarta desde el balcón del Ajuntament durante todo este mes».

REPORTAJE BIGOTES - MOVEMBER.

Todo un embajador, Jareño, que ha arrastrado a amigos e incluso personal del consistorio ha dejarse el bigote, como el concejal de Joventut i Esports, Simó Adrover. «Hace dos años que me dejo el bigote. En realidad me siento cómodo y mi novia lo lleva bien». Entre risas y anécdotas, otro trabajador del mismo consistorio se ha sumado al movimiento Movember, Sebastián Roig, encargado del entorno urbano, que «a pesar de llevar siempre barba de cuatro días, durante este mes me resalto el bigote».

La mascarilla no tapa la causa

Pese a que la pandemia ha provocado que muchos, como el portero de la Real Sociedad, el mallorquín Miguel Ángel Moyá, no se deje este año el bigote, no quita que apoyen la causa. Y es que la mascarilla tapa el mostacho, pero no la causa. «Este año el Movember se lo dejo a otros», publicaba el binissalemer, pero asegura que sigue respaldando la labor de quienes luchan contra las enfermedades masculinas.

Muchos profesionales del sector de la barbería y peluquería, en Mallorca, son los principales impulsores y ‘culpables’ de que cada vez más hombres se dejen el bigote y conozcan la lucha por concienciar sobre la salud masculina.

Moisés Rozalen, de La Barbería, y José María Ojeda, de la peluquería Grup d’Art, además de dejarse el bigote respaldan desde el inicio la acción para promover la salud masculina. Ambos coinciden en que «este año Movember se ha visto afectado debido a que no se pueden organizar eventos», pero desde sus respectivos establecimientos seguirán realizando el mantenimiento de los bigotes de sus clientes sin cobrar. Tan sólo la voluntad de cada uno. Todo lo que se recaude será destinado a la Fundación Movember.