Matías Padial durante la entrevista. | Click

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Uno de los tentadores de la segunda edición de La isla de las tentaciones, programa emitido en Telecinco hasta hace dos semanas, ha sido el mallorquín Matías Padial Vicens, de profesión camarero –Pachá, Garito, Casino de Mallorca…–, aunque en el paro, «por lo cual, si alguien quiere un camarero guapo y eficaz en su trabajo –dice entre risas–, pues ya sabe que estoy a su disposición».

Con anterioridad, Matías participó, con su primo Nabil, en la última edición de Pekín Express, enbolsándose 39.000 euros.

En La Isla de las tentaciones, pese a ser rechazado por Mayka, que en principio le había elegido a él, pero que al ver que llegaba Óscar, tentador en la primera edición, le cambió por este, en ningún momento se consideró rechazado ni despreciado. «¿Molesto por ello…? ¡Que va! –Matías quita importancia al hecho–.

Matías, con Mayca.

Es un reallity, por tanto cabe todo. Supongo que ella me cambió por Óscar, primero, porque como Óscar era ya mediático por haber estado en el anterior programa, del que salió con una chica que por él dejó a su novio, pensó que con él tendría más protagonismo, y segundo, porque habiéndole elegido a él seguro que le daba celos a su novio, que había elegido a una tentadora que nada le gustaba a ella. Y en cuanto a mi, como digo, me pareció muy bien, ya que ello no quitó que tuviera momentos muy buenos durante el programa. Por otra parte, te diré que ninguna de las cinco chicas me gustaba… Bueno, puede que Melody y Maika me gustaran físicamente, pero no para irme con ellas de la isla con intención de mantener una relación duradera… Pero, claro, es un juego en el que has de estar, incluso si no te gusta la pareja a la que tienes que tentar para ponerla a prueba». Y en lo que respecta a Óscar, le considera un buen tipo, con muy buenos valores, a quien, por supuesto, le gustaba Maika, pero luego, fuera de la isla, vio que no eran compatibles».

Matías, en el centro. A su derecha, Dani, Jorge y Edu, y a su izquierda, Kevin y ‘El Largo’. Son algunos de los tendadores de ‘La isla de las tentaciones’.

Melody, Melyssa y Héctor

Como personajes de la última edición de La isla de las tentaciones, Matías señala a Tom Brusses, «por ser el malo, malísimo, de la edición», y a su ex, Melyssa, «por ser chica buena, enamorada y engañada por aquel. El único fallo que cometió fue escaparse de la casa para echar la bronca a Tom. Y en cuanto a participantes con futuro en la tele, veo a Héctor, el cubano, Melody y Melissa. En cambio, a Tom no lo veo, ya que si se ha hecho famoso ha sido por su relación con esta, que es la que ha dado juego. No por él».

Durante la conversación que mantenemos con él en la terraza de El Bula, en la que está presente su novia, Yoana, rumana, pero con años de residencia en Mallorca, Matías nos hace una cuádruple confesión.

Primera: «Como el programa no me gustaba, lo rechacé en tres ocasiones, hasta que me dije que si siempre he hecho lo que me gusta, ¿por qué por una vez no hacer lo que no me gusta?».

Segunda: «A la semana de estar allí pedí irme, pero la dirección no quiso, porque, me dijo, animaba a los demás y daba buenos momentos. De hecho –recuerda– yo tuve más acercamientos a Melody que el propio Beltrán».

Tercera: «No creas que se gana mucho dinero en un reallity de este tipo, y si uno piensa que por el hecho de haber participado le van a llamar de otros programas, no es cierto. Como mucho, solo un uno por ciento sigue en televisión, aunque puede que al principio te llamen desde marcas, restaurantes, otros programas…. Aunque yo no soy mucho de esas cosas».

Y cuarta: «Nunca iría a Mujeres y Hombres y Viceversa, entre otras cosas porque tengo novia, de la cual soy novio después de regresar de La isla de las tentaciones. Y como la quiero, y llena mi vida, no tengo necesidad de buscar a ninguna otra mujer. En cambio, al programa que sí iría, porque daría mucho juego, sería a Supervivientes. ¿Por qué? Porque soy un superviviente nato. He viajado mucho por el mundo y no siempre de forma cómoda, por lo que sabría adaptarme a las situaciones más difíciles… Ya demostré que me va la supervivencia en Pekín Express, por lo que en Supervivientes me sentiría como pez en el agua».

Controlados en todo momento

Volviendo a La isla de las tentaciones, reconoce que ambas casas están prácticamente tomadas por los micrófonos y las cámaras. «Nosotros llevamos siempre el micro puesto, pero por si acaso, a fin de tenerlo todo controlado, los hay por todas partes, incluso micros de lasser, que te graban sin que te enteres. Igual que cámaras, y si el tema lo requiere, sacan cámaras más grandes. Por tanto, te ven y te oyen desde todas partes… Excepto desde la habitación que teníamos nosotros, en la parte alta, que allí no entraban cámaras. ¿Que si hay guión…? Pues no, no lo hay. Cada uno hace y dice lo que quiere. Nadie te obliga a nada, aunque a veces te enseñan el camino a seguir…».

Y referente a lo que cobran por participar como tentados… «Muy poco. Pero ahí no vas por el dinero, sino porque es una oportunidad que tienes para darte a conocer. Yo lo hice por eso, porque me gustaría ir a Supervivientes. Porque, por lo demás, solo son muy pocos los elegidos para seguir en otros programas; solo los son aquellos que generan noticias».

Al preguntarle si se considera un chico tentador, contesta que sí, «tentador y auténtico… Aunque ahora ya no, pues tengo chica –abraza a Yoana, su novia–. Pero antes sí me gustaba ligotear» .

Matías con Yoana, su novia.