El llaüt ‘Balear’, aunque en la actualidad cuenta con un motor, mantiene su vela latina, que recupera la navegación de antaño. | Pere Bota

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La historia de la ‘Balear’ es fascinante. Construida por los Astilleros Ballester, reconvertidos luego en Astilleros Mallorca hace casi un siglo, en 1924, fue una de las embarcaciones de pesca más longevas y estuvo faenando hasta mitad de los años 90 del pasado siglo.

Ante la obligación de desguazar toda embarcación vieja para obtener la subvención de otra nueva, se iniciaron las gestiones para su conservación y en 1997 el Consell de Mallorca aprobó su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC). Tras diversos traslados por carretera, fue destinada a la escuela taller.

Este laborioso trabajo, realizado a la usanza tradicional de los mestres d’aixa de entonces, con madera de pino, roble y encina, supuso la colocación de hasta diez mil clavos.

Nueve años

Tras un proceso que se alargó casi nueve años, esta embarcación recuperó su fisonomía entre la barca de bou, utilizada para la pesca de arrastre, y el llaüt viatger, que lleva aparejada una gran vela latina. «No ha cambiado la vela desde la restauración. Ésta es sintética, aguanta más, pero igual se pone una de algodón y cáñamo, como las originales», explica Jordi Nadal, quien junto a Joan Morey y el patrón, Llorenç Arbós, conforman la actual tripulación de este mítico barco casi centenario.

Desde que la Balear volvió a surcar las aguas, miles son los estudiantes de Primària de Mallorca que han tenido la oportunidad de navegar por las aguas de la bahía de Palma. La consellera de Medi Ambient i Sostenibilitat y vicepresidenta segunda del Consell de Mallorca, Aurora Ribot, explicó ayer durante un trayecto de una hora con periodistas que «se trata de una herramienta fundamental para que los niños vean desde el mar cómo es la fachada marítima de Palma y enseñarles sus edificios más representativos. Además, se les habla de conceptos medioambientales».

Como desde marzo no ha sido posible realizar esta actividad, el Consell de Mallorca ha abierto estas excursiones a la ciudadanía. Las salidas son los lunes, miércoles y viernes en grupos cerrados de hasta 9 personas y durarán hasta finales de noviembre. La expectación ha sido tal que ya no quedan plazas.

Junto a ‘Encina’ y ‘Puerto Azul'

‘Balear’, ‘Alzina’ y ‘Port Blau’ son las tres embarcaciones catalogadas como BIC por el Consell de Mallorca. Además, otro barco, ‘Margarita’, fue declarado BMC (Bien Material Catalogado). Desde la Unidad de Patrimonio Marítimo se trabaja para catalogar de BMC hasta 50 embarcaciones tradicionales de unas 750 que hay inventariadas en Mallorca actualmente. Este hecho es muy importante para la protección del patrimonio mueble marítimo balear.