La práctica del yoga aéreo se inicia a partir de las 12 semanas de gestación. | DAVID GONZÁLVEZ

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Desde hace poco más de un mes, mujeres embarazadas y practicantes, o no, de yoga asisten a las clases de yoga aéreo que dirige María Zazo en su centro de Palma. Es el primer centro en la Isla en yoga aéreo para embarazadas. Desde hace años, Zazo se ha especializado en yoga para mujeres embarazadas, además de postparto, yoga hormonal, hipopresivos, etc. «Cada vez hay más mujeres embarazadas que rondan los 40 años, y la práctica de estos ejercicios les ayudan a estar más relajadas y a sentirse livianas».

Una sensación que experimentó hace una semana, Mónica Jiménez, «la primera mamá del grupo que el pasado miércoles dio a luz a un niño, llamado Oliver, y que a pesar de los nervios y ser primeriza nos confesó que el haber practicado el aeroyoga para embarazadas le ayudó a estar más relajada y ágil en el momento del parto», comenta María Zazo, quien trabaja con cada una de sus alumnas.

El aeroyoga es un método que mezcla yoga, pilates y danza contemporánea con la utilización de la suspensión y la ingravidez que genera el columpio o hamaca. «Incluso en algunas clínicas se pueden utilizar estos columpios para dar a luz», señala María. A partir de las 12 semanas de gestación se puede practicar esta modalidad, aún sin tener conocimientos de yoga, y hasta el mismo momento del parto.

En clase, siempre manteniendo las normas de sanidad a causa de la pandemia, se limita la asistencia a seis alumnas como máximo. Durante una hora, las mujeres trabajan la respiración y conexión con el bebé, «ayuda a la circulación y pasamos momentos muy divertidos», asegura María Zazo, quien desde el año 2017, tras convertirse en mamá, obtuvo el título de yoga aéreo y ha mostrado gran sensibilidad con el mundo de las embarazadas.