A la hora de vender una vivienda heredada es esencial seguir una serie de pasos y hacerse cargo del pago de determinados impuestos.

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En el año 2019, un total de 174.928 inmuebles se transmitieron en herencia, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). A la hora de vender una vivienda heredada es esencial seguir una serie de pasos y hacerse cargo del pago de determinados impuestos, como es el caso del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), al obtener una ganancia patrimonial.

En este sentido, el comparador financiero HelpMyCash ofrece una serie de consejos para pagar menos IRPF por la venta de un inmueble heredado. Lo primero que hay que tener en cuenta es que «para vender un piso heredado, no basta con figurar en el testamento o ser descendiente directo de la persona fallecida», ya que es necesario «realizar un procedimiento legal para aceptar la herencia y cambiar la titularidad».

Por otro lado, una de las claves para que el IRPF sea más reducido es saber qué cantidad deberemos abonar del famoso impuesto de sucesiones y donaciones y, además, comprobar si es obligatorio hacer frente al pago de la plusvalía municipal.

Uno de los pasos a la hora de vender una casa en herencia es liquidar los impuestos. Para ello, uno de los tributos obligatorios que se debe abonar es el impuesto de sucesiones y donaciones, y en base a este pagaremos una cantidad más o menos elevada en el IRPF.

Según HelpMyCash, dependiendo del valor de adquisición que indiquemos en el impuesto de sucesiones y donaciones, «será el que deberemos utilizar para calcular cuánto tenemos que pagar a Hacienda por la venta».

El valor de adquisición de la vivienda se calculará en base al valor real del patrimonio. Hacienda acepta dos tipos: el precio de mercado tras realizar una tasación de la vivienda o el valor fiscal que ofrece cada administración autonómica. «Este tributo está cedido a las comunidades y cada una de ellas contempla una serie de precios mínimos para las viviendas», explican.

Pero, ¿cuál es la diferencia? El valor fiscal de la Hacienda autonómica no tiene en cuenta la situación actual del mercado y suele estar por debajo del precio real del inmueble. Por tanto, «usar el que nos da la Administración puede suponer que, en primera instancia, paguemos menos en el impuesto de sucesiones, pero nos repercuta en el IRPF a la hora vender la casa».

En cambio, si utilizamos el precio del mercado puede que la cantidad a pagar de IRPF por la venta sea bastante más reducida. Por ello, desde HelpMyCash recomiendan declarar en el impuesto de sucesiones el precio real «si nuestra intención es vender el piso desde el inicio». Así, a la hora de calcular el IRPF, «no nos saldrá prácticamente ninguna ganancia patrimonial a tributa" e incluso puede que "tengamos una pérdida y que quedemos exentos».

El comparador financiero ofrece un ejemplo de esta situación. Si en este tributo se declara que el inmueble tiene un valor fiscal de 100.000 euros y luego se vende a un precio de mercado de 250.000 euros, «en el IRPF nos saldrá una ganancia patrimonial aproximada de 150.000 euros». Por otro lado, si se indica en este impuesto que la vivienda tiene un precio de mercado de 250.000 euros, «al venderla a ese importe no nos saldrá plusvalía alguna».

Por esta razón, los expertos de HelpMyCash recuerdan que en muchas ocasiones la cantidad por pagar de IRPF es mayor al coste del pago de impuestos y sucesiones. Sobre todo cuando se trata de una herencia a un descendiente directo. Aunque cada comunidad aplique sus propios criterios a la hora de cobrar este impuesto, «la mayoría aplica diferentes bonificaciones y reducciones para este tipo de parentesco».

De hecho, estas bonificaciones pueden alcanzar el 99% en algunas comunidades si los herederos son directos, como de padres a hijos. En estos casos, «usar el precio de mercado no tiene impacto alguno y resulta aún más ventajoso, ya que evita que tengamos que abonar mucho de IRPF por la venta de la casa», concluyen.