El recorrido comienza en la Plaça d’Espanya, frente a la estatua de Jaume I. | Jaime Moreda

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Mostrar algunos de los múltiples secretos y anécdotas que encierra Palma y de forma gratuita (o casi) se puede lograr realizando un recorrido gratuito por el centro de la ciudad. La salida se realiza a las 11.00 horas de la mañana y hay otra a las 16.30 horas cada día, salvo los domingos. «Según el BOE, el máximo de personas permitidas para una actividad de estas características es de 20, pero según la CAIB, 30, entonces hemos decidido que nuestro máximo sean 25», explica Miguel Ángel antes de iniciar el recorrido.

Una vez llegadas a la estatua del rey Jaume I en la Plaça d’Espanya todas las personas apuntadas a través de las diferentes páginas web, el guía se presenta y agradece la presencia a los turistas. «Gracias por elegir Mallorca. Necesitamos turistas para este verano tan anómalo». A continuación, explica que su relato va a ser más histórico y anecdótico que arquitectónico, y anima a los presentes a realizar todas las preguntas que quieran.

Carácter

Miquel Ángel realiza una breve introducción a la historia de Mallorca. Anima a los oyentes a visitar Menorca, «la gran desconocida», y admite que el mallorquín es un pueblo «desconfiado. Si no, miren las persianas. No podemos ver desde fuera, pero sí desde dentro». El grupo se dirige a la iglesia de Santa Catalina de Siena. El guía asegura que «hubo un aprecio de la gente por Jaime I porque cuidó a los ciudadanos». Acto seguido avisa de posibles carteristas en la Estación Intermodal y en el autobús a la Platja de Palma.

La comitiva sigue por calle San Miguel y Costa dels Pols y se para en la basílica de San Miguel. Miguel Ángel recuerda el hambre y las enfermedades que sufrió el pueblo en la Edad Media.

Tras una breve referencia a la cantidad de ‘dimonis’ que hay en repartidos por monumentos de la ciudad, La Rambla es la siguiente parada con una explicación de las esculturas de Nerón y Julio César.

Frente al Gran Hotel, Miguel Ángel hace la primera referencia gastronómica. «Allí, al fondo, hay unas salchichas y hamburguesas muy buenas», dice en referencia al Alaska. El guía se lía y dice que en la Audiencia es donde Urdangarin realizó el ‘paseíllo’. En su explicación de los edificios modernistas, recomienda que un día de su estancia en la Isla vayan a Sóller en el tren y al Port de Sóller, y cojan el barco a sa Calobra. Por el Carrer Estret de Sant Nicolau, el grupo llega a la parroquia de San Nicolás, «la iglesia del Opus», según Miguel Ángel. Allí cuenta que en la placa de la fachada el obispo de Mallorca concede 40 días de perdón a quien durante 40 días saluden a la imagen de San Nicolás.

Gastronomía

Frente al colmado de Santo Domingo, segunda referencia gastronómica. «Coman y compren sobrasadas y ensaimadas. Pero las ensaimadas, mejor que no sean adquiridas en el hotel o en el aeropuerto».

La calle de la Previsió no parece de especial interés, pero sí para el guía. «Quítense las mascarillas y huelan. Qué maravilla. Aquí, en Casa Julio, suelo venir a comer a menudo y me encanta. Pero ustedes coman donde quieran». El grupo entra en Santa Eulàlia, «considerada la parroquia más importante de la ciudad después de la Catedral».

El call jueu es el siguiente punto de interés y Miguel Ángel muestra a través de Google Maps cómo el barrio tiene la forma de la estrella de David. En Montesión, los asistentes se sorprenden al ver los papeles dejados en el muro lateral, junto a la entrada de la antigua sinagoga. Para Miquel Ángel, «el monasterio de Santa Clara es el lugar de Palma que falta por investigar» y después la comitiva se dirige hacia la Seu, donde ven cómo el rosetón de la Seu también tiene la estrella de David. «Los financiadores y artesanos eran judíos», argumenta. El interior de la Seu pone punto y final a dos horas y media de ruta. Es hora de dar «la voluntad» al guía.