Fortfast aseguró que había pensado suicidarse: «Si no llegan a venir unos amigos, me voy a tomar por culo».

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Este fin de semana, Fausto Climent, más conocido como el youtuber Fortfast, ha sido tendencia en las redes después de que un extrabajador de su empresa lo acusara de explotación laboral y de que revelara audios de WhatsApp en los que le hablaba muy mal.

El joven granadino publicó un tuit en el que hablaba del suicidio del streamer Reckful tras el acoso que había recibido. «Nunca olvides que detrás de la pantalla hay una persona», escribió, mensaje que hizo estallar a Fran Rodrigo por lo hipócrita que le pareció su publicación.

Después de ello, explicó que trabajó con él en 2017 ayudándole en la grabación y edición de vídeos así como guiones, traducciones, etc. Contó que, para que no perdiera su pensión de orfandad, le hizo un contrato de media hornada, aunque trabajaba 8 horas.

En total, cobraba unos 1,90 euros la hora, pero eso no fue lo peor: «Los insultos, las degradaciones delante de compañeros, las humillaciones constantes y obligarme a ir a la oficina durante el curso, saltándome las clases». Además, mostró algunos audios en los que Fortfast le hablaba bastante mal.

«O yo soy gilipollas porque no soy capaz de expresarme o tu eres gilipollas porque no eres capaz de entenderlo. Uno de los dos es gilipollas y yo estoy seguro de que no lo soy», le dice el youtuber en uno de los audios. «Te quedas editando y me suda los cojones que tengas clase [...] Y luego más horas extra, y luego más mierda, y luego que vayas tú a la puta oficina [...] Estoy harto de ti, de tu tiempo y de todo».

La última vez que Fran y Fausto se vieron fue en 2018, en una reunión sobre el futuro de la empresa: «Estando delante de mis tres compañeros, alabó las tareas de todos y cada uno de ellos y una vez llegó mi turno me destrozó verbalmente".

"Redacté una carta de acoso laboral y exigí la indemnización que me correspondía, yo no iba a dimitir cuando el que quería despedirme era él", añadió el supuesto afectado. "Me sigue quemando por dentro día tras día lo que esta persona hizo [...] Sigue monetizando vídeos en los que se hablan de derechos laborales, derechos de la mujer y el respeto hacia ella (esto no me corresponde contarlo a mí)".

Y es que, según contó la tuitera Rakky Ripper, tuvo un problema en una fiesta a la que la invitó para que fuera su exnovia con ella, ex que se "alegró" de "que se le haya expuesto porque ya era hora". Esta joven aseguró que lo intentó consolar tras ser rechazado por su ex y avisó a sus amigos de que se encontraba mal y estaba llorando, algo que a él le molestó.

"Su orgullo de macho herido no pudo soportarlo y vino a mi habitación pegando golpes en la puerta", explicó. "Viene el tío hecho un basilisco con los pelos por la cara, directo a mi, gritando y diciéndome de todo. Le tuvieron que sujetar porque hizo ademanes de pegarme".

El streamer Raúl González también contó su propia experiencia trabajando con él: "No solo me exigía hacer trabajos para los que no estaba preparado, sino que además me exigía hacerlos de forma profesional [...] Cada mínimo fallo suponía soportar gritos y vejaciones constantes delante de mis compañeros".

"Para que lleguéis a comprender hasta que punto tenía que hacer trabajos para los que no estaba cualificado os diré que trabajé durante 3 meses coordinando la campaña en redes para uno de los partidos que actualmente gobierna este país, dirigiendo la campaña para las elecciones generales, autonómicas y europeas creando contenido político desde cero", añadió.

El youtuber, tras ser trending topic, subió un vídeo a Twitter hablando de todo lo que sucedió. "Solamente decir que soy una persona muy efusiva, muy emocional y cuando tengo confianza con alguien suelto todo", se justificó. "Monté una empresa en la que prácticamente solo estábamos amigos [...] Yo he acabado con un préstamo de 60.000 a pagar junto a mi socio, nunca he ganado ni un solo duro de la empresa».

Pero después subió un vídeo a su canal de YouTube en el que ampliaba su explicación y lamentaba todo lo sucedido, pues la situación estaba superando ciertos límites. Se había filtrado su número de teléfono y su dirección, y Fortfast estaba siendo acosado y recibiendo mensajes pidiéndole que se suicidara.

Según contó, la fama era muy dura por las cosas que le decían en la calle, y ahora le ha pasado factura con esta última situación donde se han revelado datos privados. Además, ha asegurado que va a desaparecer de las redes sociales y lamenta que se haya tirado a la basura su proyecto de 7 años de trabajo.

«Ya no tengo un motivo para vivir», aseguró y contó que se le había pasado por la cabeza suicidarse. «He intentado tomar una decisión después de tomarme media botella de whisky que si no llegan a venir unos amigos, me voy a tomar por culo».

Este lunes, el youtuber parece haber hecho sus últimas declaraciones públicas en las que ha vuelto a reiterar lo «profundamente arrepentido» que está de lo que pasó hace dos años y ha indicado que ya no es esa persona «gracias a sudor, terapia y lágrimas».

Aun así, asegura que lo que se buscaba con todo esto no era «justicia», sino arrebatarle su presente y su futuro en lo laboral y personal. «Irme de YouTube era una decisión que más temprano que tarde iba a tomar [...] Ni siquiera he podido irme por mi propio pie».