Grupo de modelistas reunidos frente al Centre de Modelisme s’Estel con motivo del III Concurs Ciutat de Mallorca. Fue su último encuentro. | Centre de Modelisme s’Estel

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La situación de confinamiento ha determinado un obligado cambio de hábitos sociales, durante los últimos meses. Al tiempo, algunas aficiones se han visto potenciadas, al disponer los usuarios de un mayor tiempo libre. Es el caso del modelismo, cuyo número de aficionados ha crecido alrededor del mundo y que en Mallorca cuanta con diversos clubes y asociaciones. Es el caso del Centre de Modelisme s’Estel, cuyos miembros han ocupado parte del tiempo en su hobby favorito. Ha sido, según diversos testimonios personales, el mejor pasatiempo durante las largas horas de confinamiento y también la oportunidad para montar maquetas, cuyo tiempo de dedicación excede con frecuencia el disponible en condiciones laborales normales. Joan Riera, Gaspar Salom, Enric Mas, Juan Cebrian, o Pep Rossello, son algunos de los modelistas de toda Mallorca que durante estos meses, y por estas desgraciadas circunstancias, han podido dedicar más tiempo del habitual a una afición compartida también desde el obligado distanciamiento.

El modelismo consiste en la reproducción en miniatura de diversos objetos, que pueden ser medios de locomoción, edificios o también personas. Antaño era una ocupación artesana y su función era reproducir objetos de muestra en miniatura antes de su adquisición real. En la actualidad, existen numerosas marcas fabricantes de kits en plástico o madera, o ya fabricados en metal diecast. Asimismo, cabe diferenciar distintas modalidades, como puede ser el modelismo dinámico (por radiocontrol o circuito eléctrico), y el estático (cuyo objeto normalmente se exhibe sobre una peana o en vitrina).

José Ramírez, con un hidroavión italiano Cant-Z 506 con base en el Port de Pollenca, durante la Guerra Civil.

Varios tipos

En Mallorca existen diferentes tendencias respecto a los objetos, que bien pueden montarse desde cero, con fotos o planos, o a partir de las piezas prefabricadas para ensamblar. Así, las modalidades pueden ser de tipología naval (barcos de todas las épocas como veleros, trasatlánticos, mercantes o buques de guerra, ferroviario; locomotoras y vagones de pasajeros y mercancías, junto a estaciones, rotondas o puentes), automovilístico (con vehículos de época, clásicos y actuales), aviación (civil y militar; en este caso, con temática histórica como la Guerra Civil o la I y II Guerra Mundial), figuras (como personajes celebres y soldados con uniformes de diversas épocas), y vehículos militares, o ciencia ficción (con naves espaciales de fantasía o de origen cinematográfico).

También, dioramas que representan los más variados escenarios, como pueden ser casas de muñecas, paisajes portuarios, estaciones de servicio, talleres o incluso campos de batalla se diversifican a distintas escalas. Estas abarcan un amplio abanico, y pueden ser la 1:43 o 1:18 para coches, la HO para trenes, o de la 1:1.200 a la 1:200 para barcos, entre otras muchas, y que abarcan desde el minimidelismo al de escala gigante o de tamaño real.

Con frecuencia, los modelistas son también coleccionistas y poseen, además de las numerosas reproducciones que han montado con destreza y paciencia en su tiempo libre, otras ya adquiridas montadas. También existe un amplio mercado de piezas, al que se puede acceder por Internet.

Casco en construcción de un Uxer catalán medieval del siglo XIII, de vela y remos, utilizado en la conquista de Mallorca por el rey Jaume I.