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Un hombre dice que se sintió «humillado» después de que un restaurante KFC de Inglaterrra se negara a servirle en la zona que tiene para pedir comida en coche porque, según su relato, iba montado en un carro con su caballo.

Según publica Metro, Ian Bell, de 55 años, llegó a la ventana del restaurante la semana pasada cuando el gerente salió y le dijo que se tenía que ir del lugar por la salud y la seguridad de otros clientes. Él asegura que no entiende la decisión, ya que su caballo, de nombre Jon Jon, es tan «bueno como el oro». «El caballo y los carros circulaban mucho antes que los coches», agrega.

En la publicación se ve a Ian y Jon Jon, de siete años, ubicados fuera del restaurante KFC en Carlisle, Cumbria (Inglaterrra).

«Me había hecho cola detrás de algunos coches y estaba a punto de pedir, cuando de repente este gerente salió y me dijo que no me permitían hacerlo», explica. «No podía creer lo que estaba escuchando, no había hecho nada malo». Jon Jon se estaba comportando bien porque, según cuenta, es un caballo muy bien educado.

Pero no pudo ser, así que tuvieron que abandonar el lugar hacia otro de comida rápida. «Al final tuve que irme a un McDonald's para comprar una Big Mac. Nadie pestañeó, no me dijeron nada, simplemente me sirvieron mi comida», relata.

KFC, por su parte, se ha pronunciado en defensa de la decisión del gerente de negar el servicio de Ian y Jon Jon, insistiendo en que la seguridad de los invitados es «realmente importante».