Matt Davey durante la investigación.

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El paisaje blanco de la Antártida se colorea de verde. Pequeñas algas microscópicas están florenciendo en la superficie de la costa con motivo del cambio climático, así lo explica un estudio de la Universidad de Cambridge y el British Antarctic Survey.

La investigación, que ha publicado la revista Nature, ha combinado datos satelitales con observaciones en el terreno durante dos veranos en la Antártida para detectar y medir las algas verdes de la nieve. Aunque cada alga individual es de tamaño microscópico, cuando crecen en masa convierten la nieve en verde brillante y pueden verse desde el espacio.

«Este es un avance significativo en nuestra comprensión de la vida terrestre en la Antártida, y cómo podría cambiar en los próximos años a medida que el clima se calienta», ha explicado el doctor Matt Davey en el Departamento de Ciencias de las Plantas de la Universidad de Cambridge. «Las algas de nieve son un componente clave de la capacidad del continente para capturar dióxido de carbono de la atmósfera a través de la fotosíntesis», ha añadido.

Estas floraciones de algas verdes son uno de los efectos negativos del calentamiento global y suelen crecer en las zonas más cálidas, donde las temperaturas rondan los cero grados. El equipo ha descubierto que la distribución de las algas verdes de la nieve también está fuertemente influenciada por las aves marinas y los mamíferos, cuyo excremento actúa como un fertilizante natural altamente nutritivo para acelerar el crecimiento de algas. «Más del 60 % de las flores se encontraron a menos de cinco kilómetros de una colonia de pingüinos», aseguran.

«Identificamos 1679 flores separadas de algas verdes en la superficie de la nieve, que juntas cubrieron un área de 1.9 km2, lo que equivale a un sumidero de carbono de alrededor de 479 toneladas por año», han asegurado.

«A medida que la Antártida se calienta, pronosticamos que la masa total de algas nevadas aumentará, ya que la propagación a tierras más altas superará significativamente la pérdida de pequeños parches de algas en las islas», ha dicho el doctor Andrew Gray, autor principal del artículo e investigador en la Universidad de Cambridge y el NERC Field Spectroscopy Facility, en Edimburgo.

La fotosíntesis es el proceso en el que las plantas y las algas generan su propia energía, utilizando la luz solar para capturar dióxido de carbono de la atmósfera y liberar oxígeno. Hay muchos tipos diferentes de algas, desde las pequeñas especies unicelulares medidas en este estudio, hasta las grandes especies de hojas como las algas gigantes. La mayoría de las algas viven en ambientes acuosos, y cuando hay exceso de nitrógeno y fósforo disponibles, pueden multiplicarse rápidamente para crear floraciones de algas visibles.

Los investigadores dicen que la cantidad total de carbono contenida en las algas de nieve antárticas es probable que sea mucho mayor porque el dióxido de carbono también es absorbido por otras algas rojas y anaranjadas, que no se pudieron medir en este estudio. Planean más trabajo para medir estas otras floraciones de algas, y también para medir las floraciones en toda la Antártida utilizando una mezcla de trabajo de campo e imágenes de satélite.