Bàrbara Martí, experta en cocina sana como estas tortitas con pan de spirulina con hummus de espinacas y aguacate.

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Bàrbara Martí, cocinera y propietaria del establecimiento Ecocirer, ubicado en Sóller, ofrecerá próximamente en las páginas de Ultima Hora una selección de sus recetas saludables. A raíz de sus embarazos, esta empresaria madre de dos niñas, decidió dar hace siete años un giro a su alimentación, lo que le permitió recuperar además un mejor estado de ánimo.

Desde el punto de vista empresarial, Martí, hija de la artista Francesca Martí, abrió primero un bed&breakfast vegetariano y en vista del éxito dio un paso más junto a su marido, Martijn, y crearon Ecocirer, un establecimiento que ofrece mucho más que un alojamiento, ya que cada cliente de sus seis habitaciones tiene a su disposición todo un catálogo de actividades y experiencias encaminadas a llevar, por lo menos durante esos días, una vida saludable y libre de estrés.

Fruto de esta experiencia, Bárbara ha editado dos libros de recetas, que ahora conocerán los lectores de este periódico. «Todos los platos están elaborados con productos orgánicos, vegetarianos y, a ser posible, de kilómetro 0». Quien espere platos donde la carne sea protagonista o esté presente de una forma circunstancial no hace falta que busque más porque no la encontrará. «No somos veganos extremos porque creemos que todo extremismo es malo, pero en cuanto a la carne la consumimos lo mínimo posible. En Ecocirer no hay carne, pero sí que tenemos huevos, eso sí, de nuestras propias gallinas».

Del tiempo

La estacionalidad es una de las claves de sus platos. El hecho de vivir rodeada de naturaleza y en un enclave como Sóller hace que sea más fácil poder elaborar recetas en las que frutas, verduras y hortalizas sean los ingredientes principales.

Junto a estos productos, las semillas son también muy utilizadas en sus recetas. Por lo que hace referencia al futuro y ante la situación que se vive, Bárbara baraja tres escenarios. «El optimista sería poder abrir a finales de junio; el más realista en agosto y el pesimista ya sería pensar en el invierno».