Los «jocs i ses corregudes des Pla», un acto lleno de potencia, plástica y espectacularidad. | Josep Bagur Gomila

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Las fiestas de Sant Joan de Ciutadella, que motivan el desplazamiento de 30.000 personas a Menorca, no se celebrarán el mes de junio. Se aplaza la anual cita lúdica y ecuestre en la capital eclesiástica menorquina, que sufre el impacto del coronavirus.

La alcaldesa Joana Gomila y el caixer senyor del bienio, Borja Saura, mantendrán este jueves un encuentro por vídeoconferencia en el que abordaron la situación creada por la pandemia y valorarán los distintos escenarios. Las sucesivas prórrogas del estado de alarma, las restricciones y las medidas de confinamiento para evitar la propagación del Covid-19 impiden la correcta preparación y organización de las fiestas de Ciutadella.

En las semanas previas se lleva a cabo el adiestramiento y puesta a punto tanto de los jinetes -caixers y cavallers- como de los caballos de raza menorquina que participan en los caragols, jocs y corregudes. Las actividades preliminares implican al Ayuntamiento, que debe coordinar la logística y la seguridad con la participación de la Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil, Cruz Roja y Protección Civil; numerosos voluntarios, con un gran número desplazado desde Mallorca o la península; y la junta de caixers del bienio, que se encarga de los aspectos relacionados con los Protocols y la inscripción de los cavallers que participarán en sa qualcada.

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El caixer senyor, Borja Saura, manifestó a Ultima Hora que «el coronavirus nos preocupa porque lo ha trastocado todo» y afirmó que «las fiestas de Sant Joan deben organizarse y celebrarse correctamente y con plenas garantías». En referencia a la reunión que mañana celebrará con la alcaldesa indicó que «las decisiones que adoptemos han de ser de sentido común». Borja Saura declaró que «naturalmente, cumpliremos los criterios que marquen las autoridades sanitarias para combatir el virus y los contagios».

La guerra civil provocó la suspensión en 1937 y 1938

La última vez que no se celebraron las fiestas de Sant Joan fue en 1937 y 1938, por el trágico paréntesis que impuso la guerra civil española 1936-39. La junta de caixers nombrada para el bienio 1936-37, encabezada por José María de Olivar Despujol como caixer senyor, presidió los actos del 1936 y 1939.

En 1871 una potente rissaga, que inundó Es Pla de Sant Joan, motivó que los jocs i corregudes se celebrasen, extramuros, en el Camí de Maó.