Javiera Flaquer, 'it girl' mallorquina. | R.D.

TW
4

Javiera Flaquer tiene un nombre poco común, pero más allá de llamar la atención por ello, se ha convertido en una joven de la que, se dice, «es una de las personas que más sabe de moda a este lado del Mississippi». Esta estilosa it girl mallorquina trabaja actualmente en el Departamento de Comunicación, Promoción e Imagen de la UIB. Hablamos con ella de moda y tendencias, ahora que arranca la temporada de primavera, aunque sea encerrados.

¿Qué opina del orden?
– Lo es todo. No solamente en la moda, sino en todo lo que me rodea. El orden me aporta cierta paz visual.

Según Maria Kondo, «la magia de ordenar puede cambiarte la vida», ¿cree que el desorden también puede hacerlo? Si es así, ¿para bien o para mal?
– El orden es tiempo. Tenerlo todo en su sitio supone saber dónde está cada pieza. Evitar perder el tiempo en buscarla y acabar poniéndote cualquier cosa. Aunque conseguir ese orden no ha sido de la noche a la mañana. A día de hoy todavía lo trabajo.

¿Es posible, tal y como dicen muchas blogueras, mantener un buen armario con solo 30 prendas?
– Menos es más, como decía Coco Chanel. Claro que es posible tener un buen armario con 30 prendas. La fórmula es conocerse a uno mismo, saber cuál es tu estilo, y lo que te queda bien. Un vaquero, un pantalón negro y uno de traje. Un par de camisetas básicas y una blazer negra. Estos son algunos de mis básicos que jamás faltan en mi armario. ¿Y los zapatos? Con cinco pares es más que suficiente.

¿La fast fashion es moda o solamente consumo?
– La fast fashion trata de recrear las últimas tendencias presentadas en las Fashion Week de inmediato a un precio low cost. La fast fashion ayuda a poder adquirir esas piezas que vemos en las pasarelas. Pero hay que tener en cuenta que la moda cambia muy deprisa y lo que hoy es el outfit perfecto, mañana puede ser un auténtico desastre. Además, hace que perdamos esa originalidad a la hora de vestir, porque acabamos comprando en los mismos sitios. La moda es una forma de expresión libre que permite dar rienda suelta a la creatividad de cada uno.

La pregunta de por qué escogemos una u otra prenda es una cuestión psicológica compleja. A su juicio, ¿se reduce todo a lo que nos entra por los ojos? ¿Hay algún tipo de pensamiento racional en la moda?
– Por supuesto que sí. Recibimos millones de inputs informativos que nos influyen a la hora de comprar. Las redes sociales, por ejemplo, son un arma de doble filo muy potente a la hora de comprar por los ojos. Nos dejamos arrastrar por los influencers. Pero a la vez pueden ayudar a darle una vuelta al estilo. Algo que puede que jamás me pondría, se lo veo a alguna bloguera y me enamora. Pero aquí entra el pensamiento racional. Antes de darle al botón ‘comprar aquí’ hay que detenerse y pensar si realmente esa pieza va o no con uno mismo.