Este sábado día 28 se celebra la hora del planeta en morse | ALI JAREKJI - REUTERS - X00137

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Aunque la crisis del coronavirus ha tenido un inesperado efecto secundario beneficioso para el planeta, al desplomarse los índices de contaminación –especialmente en los lugares más golpeados por la enfermedad– por el brusco frenazo a la actividad económica, la Tierra sigue siendo vulnerable. Por ello, desde hace trece años se celebra en todo el mundo la Hora del Planeta, una iniciativa nacida en Sidney (Australia) en 2007 y promovida por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), que llegó dos años después a España.

Es un movimiento mundial que se generó como un pequeño gesto simbólico –apagar las luces de hogares, empresas y edificios emblemáticos durante una hora para concienciar sobre la necesidad del ahorro energético– con el objetivo de llamar la atención sobre el cambio climático.

Este año se celebra este sábado, 28 de marzo, desde las 20.30 horas hasta las 21.30 horas, pero será diferente, porque por primera vez lo haremos inmersos en un inesperado estado de alarma y con dos semanas ya de confinamiento a nuestras espaldas. Lo llevaremos a cabo, pues, desde el balcón y tendrá un componente especial: el código morse.

Ya que este año la celebración tiene que ser virtual, la ONG ambientalista invita a mantener las medidas de confinamiento pero también a participar hoy a las 20.30 horas y de manera simbólica enviando en morse, con linternas, el mensaje «Apaga la luz. Todo irá bien», un mensaje de esperanza frente a la crisis sanitaria mundial. Además, a través de redes sociales ha organizado una WatchParty a la que invita a interactuar desde sus casas a los ciudadanos, para lo que ha organizado diferentes contenidos relacionados con el tema.

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Aunque miles de particulares se unen a esta llamada de atención sobre la crisis medioambiental, son los edificios emblemáticos los que más llaman la atención, al perder durante una hora esa iluminación decorativa que los hace lucir como las joyas que son. Así, hoy veremos ‘apagarse’ –aunque no podamos salir a presenciar el evento, lo seguiremos por las redes y los medios de comunicación– la Catedral de Palma, el Palau de la Almudaina, el Consolat de la Mar, la Llonja, el Parlament, el castillo de Bellver, La Misericòrdia, Raixa, el Teatre Principal, Son Sant Joan, el Ajuntament de Palma y el Consell Insular, así como infinidad de edificios oficiales, además de instituciones privadas, como El Corte Inglés, y muchos particulares. Como pequeño ejemplo del ahorro energético que supondrá este gesto simbólico, el apagado de las luces exteriores de la fachada del aeropuerto, así como los focos del cartel principal supondrán un ahorro de consumo energético de 60.000 watios.

La ONG quiere transmitir este año que la salud de las personas está «directamente ligada con la salud de la Tierra» y pide a organizaciones, empresas y administraciones que apuesten por un nuevo acuerdo para la naturaleza y las personas porque insiste en que «los próximos diez años serán claves para evitar los impactos del cambio climático ya inciado y para revertir la pérdida acelerada de biodiversidad».

Las ‘apps’ para móviles que nos ayudan con el código morse

La novedad de este año, a causa del confinamiento, será la propuesta, por parte de WWF, de salir a las ventanas y balcones –que se han convertido durante estos días casi en nuestro único elemento de contacto con el exterior– para lanzar en morse con linternas el mensaje «Apaga la luz. Todo irá bien». ¿Cómo hacerlo? Con ‘traductores’ que transformarán el mensaje que deseamos enviar en los puntos y rayas del código morse a través de distintas aplicaciones de móvil. Las encontraremos en la Play Store y en la Apple Store disponibles para sistemas Android y iPhone.

Edificios históricos. Lo más llamativo de la Hora del Planeta es el apagón de la iluminación decorativa de los edificios histórico-artísticos de todas las ciudades del mundo. En Palma se oscurecerá la Catedral, el Consolat de Mar y muchos más.