Al letrero de ‘cerrado por vacaciones’, ahora se le une el de ‘se traspasa’ en la fachada del Merendero Minyones. | Julián Aguirre

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Frecuentado por trabajadores de la zona, vecinos, gente de paso e incluso muchos turistas buscando el mejor bocadillo, el Merendero Minyones se traspasa. Desde el pasado día 9 de diciembre estaba cerrado por vacaciones, pero hace unos días su actual propietaria puso el letrero de ‘Se Traspasa’. Fue el 16 de enero de 1948 cuando una pescadería de poco más de siete metros cuadrados, en la calle Minyones de Palma, se convertiría en un local de bocadillos.

María Martorell, antigua clienta, se hacía cargo del negocio a sus 50 años de edad, en 2017. «Recuerdo que venía cuando tenía 16 años con mi novio, ahora marido. Comprábamos un bocadillo y paseábamos por el Borne», confiesa.

Varios ‘novios’

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Pese a la nostalgia y las ganas de seguir adelante, unos dolores de espalda le han obligado a tomar la difícil decisión de traspasar el negocio. «Hasta mi médico de cabecera me aconsejó que hiciera una reunión familiar».

Desde que hace unas semanas María Martorell publicó en Facebook que quería traspasar el Merendero Minyones han sido varios los interesados que se han puesto en contacto. «Incluso uno me llegó a dar una fianza, pero finalmente el banco no le dio el crédito que necesitaba», asegura María, quien no descarta cerrar en breve algún acuerdo.

«Yo siempre digo que tengo la mejor terraza de Palma, el Borne. Son muchos los clientes que cogen el bocadillo y se van a comerlo a un banco del paseo». Lo que no puede asegurarnos Martorell es si el futuro propietario, que contará con un alquiler de entre siete y 10 años, seguirá ofreciendo los deliciosos bocadillos o, por el contrario, se dedicará a otro producto.

. El Merendero Minyones cumple 80 años deleitando a su clientela con variados llonguets.