Rafel Ferragut, sentado junto a su mesa, en la sexta planta de El Corte Inglés de Avenidas. | Julián Aguirre

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Rafel Ferragut tiene 83 años –aunque nadie lo diría– y todavía sigue practicando deporte, señal de que está en buena forma física, porque en forma empresarial, aunque están su esposa y sus hijos junto a él, colaborando –o él colaborando con ellos–, también se mantiene. Más cuando el Auditòrium, la gran obra de su padre, acaba de cumplir 50 años, ¡que se dice pronto! «¿Que si recuerdo aquel día...? ¡Cómo no! Tenía 33 años y estaba algo asustado. ¿Por qué? Pues porque el edificio no estaba acabado y minutos antes de que entrara la gente, se estaba colocando la moqueta. Y entre la gente que asistía al concierto, estaban los príncipes de España, Juan Carlos y Sofía, que si mal no recuerdo, era el primer acto oficial al que asistían como tales».

Y estaba también Von Karajan, un tipo de carácter muy fuerte, al frente de la Filarmónica de Berlín. «Pues Von Karajan estuvo muy amable y simpático. Y es que la gente inteligente, y él lo era, es amable y simpática. Y nos dio todo tipo de facilidades».

Todo esto nos lo cuenta Rafel en la sexta planta de El Corte Inglés de Avenidas, sentado en su mesa de Navidad, de la que destaca su vajilla Metrochic, su cristalería Boston Flare y su cubertería La Classica, las tres de Villeroy & Bosch, y la mantelería Palais Royal, de Jacquard Français.

Rafel Ferragut califica estas fiestas de hogareñas y entrañables, y las compara con las de cuando era niño, «pues yo nací cuando la guerra», siendo, por tanto, un niño de la guerra y de la posguerra, «por lo que en mi infancia –señala– había pocos regalos y sí mucha religiosidad. Y lo regalos eran cosas útiles. Es decir, no muchos juguetes, pero sí un abrigo, unos zapatos... En cambio, hoy sucede todo lo contrario: hay abundancia de regalos, a veces excesivos, y menos religiosidad».

Rafel Ferragut, que confiesa que no es cocinillas, «pero me conformo con lo que me sirven», disfrutará la Nochebuena con la familia en torno a una buena mesa, seguida de la sobremesa, y la Nochevieja con los amigos, pero en casa, por lo cual deducimos que no es partidario de salir de copas por ahí. ¿Que si irá a Maitines...? «No, pero de pequeño solía ir con mi madre a la iglesia de Santo Domingo, de Inca, que era donde vivíamos».
En cuanto a si Reyes o Papá Noel... «Pues siempre cae algo en las dos fiestas, sobre todo en Nochebuena». Y en lo referente a si en casa hay belén o Papá Noel, «pues ni lo uno ni lo otro –dice–, pero sí tenemos árbol de Navidad».

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El menú

Entrante
Ensaladilla rusa y langostinos

Primero
Gallo de San Pedro

Postre
Turrones, mazapanes y mandarinas

Bebidas
Agua (para Rafel), y para los demás, vino y cava

PALMA - VENTA DE MANDARINAS