Aspecto de parte de la flota preparándose para la regata en los pantalanes del Club Nàutic Cala Gamba. | Gabriel Alomar

TW
1

El Club Nàutic Cala Gamba acoge este fin de semana la XXIII Regata de Vela Latina, un acontecimiento náutico que este año ha superado la participación de ediciones anteriores , con cerca de 50 embarcaciones inscritas. Procedentes de hasta seis puertos de Baleares (Real Club Náutico de Palma, CN Portixol, CN Arenal, Port de Sóller Portocolom, Eivissa y Ciutadella), la cita con la vela más tradicional apenas ha visto emsombrecida por el mal tiempo de los días pasados, que amenazó la anulación de algunos de los participantes.

En total han sido más de 120 los marineros y aficionados a la vela que se han congregado en los pantalanes del club de referencia para la vela latina. Todos ellos mostraron su satisfacción ante este encuentro, que reúne a una impresionante flota compuesta por 25 llauts, 17 bots, 3 pasteres, 2 gussis y 4 dragoneres, con el común denominador de la esencia balear.

Un acontecimiento que según el presidente del Club Nàutic Cala Gamba, Antoni Estades, trata de fomentar y dar a conocer el mundo de la mar y la navegación, a la vez que ayuda a proteger el patrimonio marítimo con una mayor sensibilización. Por su parte, el coordinador del evento y técnico de patrimonio marítimo, Bernat Oliver, destacó el reto que supone para esta flota de construcción artesanal afrontar una jornada con fuertes rachas de viento de hasta 15 nudos de Gregal durante la regata y la navegación en aguas de la bahía.

XXIII REGATA DE VELA LATINA.

Por tal motivo, algunas de las barcas tuvieron que hacer uso de los remos o del motor hasta la bocana y, una vez allí, algunas experimentaron grandes escoras una vez izadas las velas. Solamente hubo que lamentar la rotura de un mástil. Entre las embarcaciones participantes detacó la presencia de la barca de bou Balear (1924) y el llaüt Alzina, (1948), ambas declaradas Bien de Interés Cultural, cuyas dimensiones de más de 13 y 8 metros de eslora respectivamente, superan ampliamente a la mayoría del resto de embarcaciones.

Por su antigüedad destacó el bote Callao, de 1893, la más antigua entre las inscritas. Los participantes se reunieron al finalizar la prueba en un comida tradicional con tumbet como plato principal. Durante la jornada de hoy se celebrará la segunda prueba de la regata, que finalizará por la tarde tras una comida a base de paella marinera y con la entrega de trofeos.