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Desde hace una década el Club Hípico La Gubia organiza un campus de verano en el que niños y niñas de entre 4 y 16 años, de diversas nacionalidades, tienen la oportunidad de practicar deportes ecuestres que se combinan con todo tipo de actividades, como excursiones, ratos de piscina, talleres varios y prácticas de tiro con arco o slackline. Más de un centenar de jóvenes jinetes han disfrutado este verano de todo ello.

A las 9 de la mañana los pequeños empiezan su jornada, que concluye a las 13.00 horas, o a las 16.00 si se quedan en el comedor. Una de las actividades estrella, que además practican a diario durante una hora, es montar en ponis, équidos a su medida que les permiten practicar todo tipo de disciplinas: salto, doma clásica, concurso completo de competición, así como las no olímpicas.

En los Pony Games realizan distintos ejercicos en equipos que mejoran sus cualidades como jinetes. «Hay concursos de esta práctica, pero nosotros lo hacemos para divertirnos. Se realizan distintos ejercicios, como el trote o el zigzag; los niños ganan confianza y aprenden a coger velocidad», explica Paula, una de las monitoras, que, junto al resto del equipo, acompaña, ayuda y enseña a los niños.

Tras los juegos, densensillan a los animales y los liberan de todos los artilugios, los lavan atendiendo a las indicaciones de los instructores y después limpian la zona. Es entonces cuando llega la hora de la merienda y el momento de un buen chapuzón como colofón de la jornada.

Muchos beneficios

La equitación es un deporte muy completo y beneficioso para cuerpo y mente. Físicamente, la equitación mejora el equilibro vertical y horizontal, favorece el control de la postura y ayuda a corregirla, regula el tono muscular y disminuye la espasticidad (músculos contraídos). Asimismo presenta beneficios psicológicos; favorece la confianza y mejora la concentración y la capacidad de atención. Además, la constante interacción con el caballo ayuda a que los niños sean más responsables y mejoren su trato con los animales, desarrollando la sensibilidad que para ello se requiere.