Un grupo de personas disfruta del tapeo en el Mercat de l'Olivar. | A. Sansó/L. Contreras

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Turistas y residentes conviven en el Mercat de l’Olivar de Palma. Su oferta de productos frescos, como el pescado, el marisco o la fruta, atrae tanto a residentes que hacen la compra, como a turistas curiosos que buscan probar platos tradicionales. Los bares de tapeo están muy concurridos por visitantes, que disfrutan junto a un vino o una cerveza de los platos estrella del lugar, como las ostras y las sardinas.

Además, estos locales ofrecen la opción de cocinar el pescado del Mercat. Kobayashi y Eiko Michihiko, un matrimonio japonés, degustaron unas sardinas que ellos mismos habían comprado, acompañadas por una tapa de pica-pica y dos copas de sangría. Por otro lado, un grupo de amigos compartía mesa con un mallorquín que les hacía de guía. Desde Cartagena y Australia, estos jóvenes, amantes del turismo gastronómico, probaron el pulpo a la gallega, las sardinas y las ostras. Otro de los atractivos es el jamón ibérico, un producto nacional muy demandado.

DISCRETO MERCADO OLIVAR

Los visitantes acuden por recomendación, guías o Internet, y éste es cada vez más conocido y difundido por los propios turistas, que lo consideran una visita obligatoria para los amantes de la comida en bares locales.

DISCRETO MERCADO OLIVAR