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Los toros de la ganadería madrileña de Victoriano del Río han corrido este jueves un quinto encierro algo menos rápido que los anteriores y con más emoción porque una manada más estirada ha permitido colocarse mejor a los mozos, uno de los cuales ha resultado herido por asta en un brazo.

Se trata de un varón de 27 años de Valencia, que ha quedado ingresado en el Complejo Hospitalario de Navarra, hasta donde se ha trasladado a otros cinco corredores con traumatismos y contusiones.

Con una duración de 2 minutos y 50 segundos, principalmente porque el último de los toros ha permanecido durante algunos segundos despistado en el coso taurino hasta que los dobladores lo han introducido en chiqueros, la manada ha estado comandada por dos veloces cabestros, que han imprimido una velocidad que ha provocado numerosas caídas.

Ha sido así pese a que en el encierro de hoy no han participado «Messi» y «Cristiano», los dos cabestros que durante los días anteriores han encabezado la torada de forma trepidante y con el resto de mansos han dirigido en compacto grupo estas carreras, lo que ha generado cierta decepción en muchos corredores habituales por la práctica imposibilidad de meterse entre las astas y aguantar su velocidad.

Precisamente esta frustración, que ya en los dos años anteriores comenzó a gestarse y a la que se suma el buen papel que también desde el punto de vista de la organización ha desempeñado el líquido antideslizante esparcido en parte del recorrido para evitar las caídas de los animales, ha desembocado este jueves en una protesta.

Esta, convocada ayer en las redes sociales y que no ha llegado a cuajar de forma contundente, ha consistido en una sentada que han protagonizado algunos mozos en cada tramo, minutos antes del inicio del encierro.

Este ha salido a las 8 en punto de la mañana desde los corrales de Santo Domingo encabezado por los dos cabestros líderes este jueves, a los que seguían en compacta manada los de Victoriano del Río, cinco negros y un castaño, que han subido veloces la cuesta hasta el encuentro con los mozos.

Allí ha comenzado a abrirse un poco la manada, con el toro castaño escorado a la derecha mirando a los mozos, aunque junto a sus hermanos y siguiendo a las órdenes de los bueyes.

La velocidad ha sido de nuevo la tónica en este tramo, en el que se han producido numerosas caídas, al igual que a su paso por la Plaza Consistorial, por donde la torada ha avanzado a buen trote.

Los cabestros han comandado de nuevo la toma de la curva de Estafeta, donde los toros no han llegado a tocar el vallado ciego y han seguido limpiamente su carrera, aunque cada vez más estirados sin llegar a perder el grupo.

Ya aquí un toro negro junto a dos cabestros han cogido la cabeza del encierro, seguidos por otros dos cabestros y metros después el resto de bravos y mansos, ya con breves huecos entre ellos para satisfacción de los mozos, mientras que el castaño seguía cerrando el grupo con miradas a su derecha.

Con los toros apretando han completado la larga calle Estafeta hasta llegar al tramo de Telefónica, donde se ha producido la única cornada confirmada hoy, la de un joven de 27 años de Valencia, herido por asta en un brazo.

A la plaza de toros han entrado en esta disposición, con dos cabestros y un toro en cabeza, otro buey junto a un bravo, dos toros más, y los dos últimos, uno de los cuales ha quedado sobre el coso despistado durante unos segundos, lo que ha alargado la duración de un encierro que de nuevo ha sido muy rápido.