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El trato con el cliente es complicado. Más lo puede ser en un bar en el que entran y salen cada día diferentes personas. Eso es lo que le ha pasado a una camarera de un bar de Vizcaya, harta de las demandas de según qué comensales, ha decido añadir un extra de diez euros en la cuenta por el hecho de «tocar los cojones».

Un usuario de Twitter decidió compartir la imagen del tique en la red social. Los tuiteros han hecho el resto. La fotografía ya ha recibido numerosos comentarios, muchos de ellos en todo de humor.

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Por su parte, los responsables de la taberna Eguzki han explicado en La Sexta que se trata de una broma que le hicieron a unos clientes habituales. «Con ellos nos permitimos hacer bromitas así. Son amigos del jefe y vienen todos los jueves. Nos gusta gastar bromas, a ellos también, y se me ocurrió hacérselo», ha explicado una camarera.

No es la primera vez que un tique de un restaurante desata la polémica. En 2015, el precio abusivo de de un restaurante de Formentera encendió las redes sociales.