La carrera más lenta en la Fira del Caragol de Sant Jordi

Pero una de las actividades más divertidas y originales, principalmente para los vecinos más menudos de Sant Jordi son las tradicionales carreras de caracoles que se celebraron ayer por la tarde. Como cada año, y ya van 19 ediciones, los niños se acercan hasta la plaza con sus caracoles para competir en alguna de las carreras. Cada prueba cuenta con siete participantes que han de recorrer un metro de distancia, sobre una varilla de madera. Gana el primero que cruza la meta y eso suele durar poco más de tres minutos. Durante la competición los niños pulverizan agua sobre los moluscos y les incitan poniéndoles frente a ellos hojas de lechugas, hinojo e incluso tomate o fresas.

Un total de 150 caracoles fueron inscritos y todos sus pequeños propietarios se ganaron una bolsa de golosinas como premio. Los ganadores, además de la reputación se llevaron el aplauso de todo los presentes y un momento tan inolvidable como la sonrisa que se le apreciaba en sus rostros.