El salón 6 de Ifema acogió el campeonato, dividido en dos fases: la semifinal constó de un examen con preguntas a desarrollar o tipo test y una cata escrita de vinos y/o destilados. Pasaron a la final los tres mejores. En la última prueba tuvieron que superar un test rápido, una cata oral de vinos, carta errónea, identificación de destilados, licores y bebidas y por último la decantación y servicio de una botella de vino frente al jurado, quien también tuvo en cuenta la uniformidad correcta y el estilo empleado por los concursantes. «Lo más difícil me ha parecido el poco tiempo que nos han dado en la prueba de cata y lo más fácil las preguntas internacionales», señaló.
Davide ha vuelto recientemente a Mallorca tras haber pasado el último año y medio trabajando en Suiza. Antes de su marcha al país helvético, trabajó en el mismo restaurante desde 2015.
«Lo más importante en este trabajo es la humildad y el objetivo es disfrutar tanto yo como el cliente porque comer y beber son actividades para gozar», explicó.
Davide se clasificó en segundo lugar en el Campeonato de Baleares celebrado hace poco más de un mes en la Sala Magna de la Escola d’Hoteleria. En esta prueba el ganador fue Gabriel Lucas, que quedó este miércoles entre los 10 primeros. «No importa si he quedado por delante de Gabriel. Los sumillers de Mallorca somos una gran familia y lo destacable es que los dos estemos entre los 10 mejores de España».
Este segundo puesto no le dará derecho a participar en el Campeonato del Mundo, ya que sólo los primeros tienen ese derecho.
Burgos fue la gran vencedora del certamen ya que sus dos representantes, Diego González y Fernando Mayoral, quedaron primero y tercero, respectivamente.
Apenas dos horas después de la finalización del concurso la expedición mallorquina puso rumbo de regreso a Mallorca con la satisfacción de haber dejado el pabellón de Baleares muy alto.
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