La presión añadida no contribuyó al estado de salud de la niña, ya de por sí complicado. | Pixabay

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Sue Baxter es madre de Katie, una niña de tres años con parkinson infantil, una enfermedad genética rara, y necesitaba fondos para el tratamiento de su pequeña. La madre, como toda en su lugar estaba dispuesta a hacer todo lo que estuviera en su mano por su pequeña, y recurrió a Facebook para pedir la ayuda de las almas caritativas.

Sintió que por fin había tenido suerte cuando alguien acudió a su llamada, aunque con el tiempo acabó enterándose de que esa persona era en realidad una estafadora que había estafado a decenas de personas en apuros.

El camino fue complicado, puesto que los medios locales situaron a su familia como culpables de haber jugado con la ilusión de los vecinos, según explica la propia afectada en una entrevista a ‘The Mirror’.

Esta presión añadida no contribuyó al estado de salud de la niña, ya de por sí complicado. La enfermedad le ha afectado a las piernas, y probablemente nunca camine. También tiene problemas respiratorios y sufre apnea del sueño. Precisamente, la cantidad era para comprar una cama médica, valorada en unos 3.000 euros.

Para ello, la estafadora organizó una subasta benéfica, aunque a la hora de la verdad nunca apareció con los premios y en cambio se quedó con la recaudación. Ello provocó que la madre quedara como la mala de la película y tuvo que someterse al odio y el escarnio de los vecinos, aunque finalmente la estafadora acabó en los juzgados.