«Nuestra Rua cuenta cada año con más participantes. Se trata de un evento de cohesión social que demuestra que Marratxí es un pueblo dinámico», declaró el alcalde del municipio, Joan Francesc Canyelles.
Originalidad
Con el clima a favor - el sol iluminó la cabalgata durante buena parte del recorrido - la Rua de Marratxí estuvo marcada por el buen ambiente, la originalidad y la creatividad de los disfraces.
Alrededor de las cinco de la tarde, desde el campo de fútbol de Pòrtol, los grupos llenaron de color el Camí de n’Olesa, captando la atención de los vecinos, situados en ambos lados de la calle, que disfrutaron de la magia y la alegría que destilaban los participantes. Tras más de dos horas de recorrido, el desfile finalizó frente en la Iglesia de Sant Marçal.
Allí, los asistentes pudieron disfrutar de un chocolate caliente acompañado por un trozo de coca a cargo de la Associació de Mestresses de Casa de Sa Cabaneta, además de un final de fiesta que animó el grupo Mamballetes con su amplio repertorio de canciones infantiles. Finalmente, la Rua acabó con la proclamación de los ganadores al disfraz más original. El primer premio, dotado con 600 euros, se lo llevó la comparsa de los Marriachis, formada por integrantes de los Espais Joves de Marratxí; el segundo premio, de 400 euros, fue para el grupo Àfrica a Pòrtol; el tercer premio, con una cantidad nada desdeñable de 300 euros, lo ganó Sa Curolla. Además, el premio local, también de 300 euros, lo consiguió la comparsa de Es Liceu amb el Medi Ambient, que mandó un revindicativo mensaje a favor del respeto a la naturaleza.
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