Uta Werner (Es Roquissar), Cosme Bonet, Miquel Ensenyat, Esperança Fiol (Son Catiu), Miquel Gual (Cooperativa de Sóller), Vicenç Vidal, Sebastià Solivellas y Llorenç Bauzà. | Pilar Pellicer

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Si el Arxiduc Lluís Salvador, uno de los grandes elogiadores del aceite de Mallorca, levantara la cabeza, a buen seguro que se sentiría muy satisfecho con el nivel que ha alcanzado este producto en la Isla, tal y como se pudo comprobar este miércoles por la tarde en el Aljub de Es Baluard durante la celebración de la IV Nit de l’Oli.

Un total de 22 productores y elaboradores de aceite de oliva virgen extra presentaron este miércoles el resultado de la cosechas de finales del pasado año y principios de 2019. Fue una recogida sensiblemente inferior a la del año anterior, ya que el proceso biológico de los olivos hace que se alternen años de grandes cosechas con otros en los que la producción de aceituna es más escasa. Sin embargo, los asistentes pudieron comprobar cómo la merma de la producción no ha supuesto una bajada de la calidad en las variedades empleadas: arbequina, mallorquina, picual y empeltre.

El evento sirvió también para reconocer a las empresas que durante el año pasado fueron premiadas en certámenes nacionales e internacionales especializados en oliva virgen extra.

La Cooperativa de Sóller fue escogida como el mejor aceite de oliva extra de cooperativa de Balears por la Escuela Superior de Aceite de Oliva. Por su parte, Son Catiu logró el 2º Premio en el V Concurso Nacional a la Calidad del Aceite de Oliva Virgen Extra en la Feria Nacional del Campo de Manzanares y Es Roquissar se alzó por una plata en el NY100C, el concurso de aceite más prestigioso del mundo.

Al acto asistieron el president del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat; el conseller d’Agricultura del Govern, Vicenç Vidal, y el conseller insular d’Economia i Hisenda, Cosme Bonet.