La intersexualidad consiste en una serie de variaciones en los órganos y las características sexuales. | Pexels

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La intersexualidad consiste en una serie de variaciones en los órganos y las características sexuales, tanto a nivel anatómico como genético, que hacen que la persona tenga características femeninas y masculinas simultáneamente. Estas variaciones pueden afectar a los cromosomas, a las hormonas, a los genitales y a los rasgos sexuales secundarios. Por ejemplo, una persona puede tener vulva y vagina, y carecer de útero y ovarios.

Es decir, las personas intersexuales son aquellas que nacen sin todos los rasgos físicos femeninos ni masculinos. Sin embargo, esto no tiene por qué manifestarse de forma externa sino que también puede darse sólo en los genes. En muchas ocasiones, las personas intersexuales no saben que lo son.

Las causas de la intersexualidad provocan diferentes variaciones en el genotipo y el fenotipo y puede dividirse en cuatro categorías principales:

- Intersexualidad 46, XX (con virilización). En estos casos los cromosomas de la persona se corresponden a los de la mujeres, pero sus genitales externos son propios de un varón.

- Intersexualidad 46, XY (con subvirilización). Consiste en la presencia de cromosomas masculinos y genitales externos femeninos o ambiguos.

- Intersexualidad gonadal verdadera. Este tipo de intersexualidad se produce cuando la persona tiene simultáneamente ovarios y testículos.

- Intersexualidad compleja o indeterminada. En esta categoría el desarrollo sexual se encuentra alterado sin que exista incongruencia entre el genotipo y el fenotipo, se suelen ver afectadas las hormonas sexuales o el número de cromosomas.

Anteriormente, se utilizaba el término hermafrodita para determinar a las personas intersexuales, sin embargo, su uso no es correcto. El hermafroditismo es una característica normal en algunas especies de animales y plantas, mientras que en el ser humano la intersexualidad es una anomalía.