En el obrador del Forn Ca na Teresa, por ejemplo, estos días previos a la festividad se está trabajando con gran intensidad, debido a la demanda que tienen. Esta empresa surgió en el año 1966 de la mano de Juan Rodríguez y María Teresa Mesquida, tradición que ha seguido su hijo Salvador.
Éste señaló que «en el obrador, nuestros pasteleros –todos ellos muy profesionales– los elaboran de nata, trufa, crema y cabello de ángel. Por encargo también hacemos alguno muy especial; por ejemplo, cubierto de chocolate, o bombón, y de turrón».
Salvador Rodríguez afirmó que «los roscos de Reyes se pondrán a la venta a partir del día 4 de enero en los establecimientos del Forn Ca na Teresa en Palma –en la calle Ticià, 12; Colom, 16, y Mercat de l’Olivar–; en Son Ferriol, en la Avinguda del Cid, 34; en Marratxí, en la calle Gabriel Maura de la Urbanización Ses Cases Noves, y en Palmanyola –en la Avinguda de les Dàlies, 45–.
En su fabricación intervienen maestros artesanos que trabajan con ingredientes de primera calidad, como el cien por cien de nuestros productos, según receta tradicional, y es primordial utilizar una buena margarina».
«La cantidad de roscos que vamos a elaborar los próximos días, indicó el propietario, no la puedo precisar, pero puedo asegurar que van a ser muchísimos. Somos de los pocos hornos artesanos que funcionan no sólo en Palma, sino en toda Mallorca». El origen del roscón, según Wikipedia, parece estar relacionado con las saturnales romanas. Estas eran fiestas dedicadas al dios Saturno para que el pueblo romano pudiera celebrar los días más largos que empezaban a venir tras el solsticio de invierno. Para estos festejos se elaboraban unas tortas redondas con frutos.
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