Maria Solivellas, en la cocina de su restaurante Ca na Toneta. | M. À. Cañellas

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Estamos todos muy excitados», afirma Maria Solivellas mientras explica que hace sólo 15 días que tomó la decisión de trasladar Ca na Toneta, su restaurante de Caimari, durante nueve días a Palma. Solivellas incluso le ha puesto nombre a este pop up, Villa Toneta, que se instalará del 14 al 22 de diciembre en Can Pueyo Petit, un bonito casal de La Rambla por el que siente un «flechazo» desde que en 2011 la interiorista y emprendedora Bárbara Flaquer, le pidiera celebrar una cena en la casa.

«Va a ser un completo ejercicio ya que desmontaremos Ca na Toneta por completo: vajilla, cazuelas, todo... Incluso la tienda en la que vendemos obra de artesanos locales. Nunca nos hemos movido de Caimari».

En cualquier caso, advierte que la esencia de Ca na Toneta no se perderá con este traslado efímero. «El restaurante tendrá la misma estructura. Dispondremos de 40 plazas y ofreceremos un único menú, aunque habrá una opción B para la gente que repita. Hay que tener en cuenta que no estaremos en nuestra cocina y trabajaremos en condiciones precarias».

Además del restaurante, se montará un wine bar con vinos naturales y en el que se ofrecerán cocas y tablas de embutidos de Xesc Reina. Además por la tarde se celebrarán diferentes actividades, así por Can Pueyo pasarán los de 4 Kilos o las cervezas artesanas de Brut, de Llubí.

«Queremos dar protagonismo a productores locales. Tampoco faltarán las actuaciones musicales, como la de la valldemossina Júlia Colom, que para el día de apertura prepara unas tonades del campo.

El 23 de diciembre, Villa Toneta, la edición palmesana de Ca na Toneta, volverá en un camión de mudanza a Caimari, poniendo fin también a la temporada 2018.