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Multitud de personas se han congregado desde primera hora de este domingo para asistir a la espectacular Fiesta de la luz, el tradicional Vuit de la Seu que cada año ofrece un espectáculo lumínico junto al monumental rosetón principal.

Aunque el fenómeno ya es visible desde prácticamente la salida del sol, alrededor de las ocho y media es cuando se puede apreciar en todo su esplendor.

Como se aprecia en las imágenes la Fiesta de la Luz consiste en la proyección cromática del monumental rosetón que preside el altar mayor sobre la fachada principal.
Cada 11 de noviembre, la luz del sol naciente atraviesa el rosetón mayor y se proyecta en la pared opuesta, justo debajo del rosetón de la fachada principal, de forma que, durante un corto periodo de tiempo, se pueden contemplar dos rosetones tangenciales –unidos por un punto-, uno de vidrio y otro de luz.

Este fenómeno es posible dado que la orientación de la Catedral, 120 grado sureste aproximadamente, coincide con la salida del sol durante el solsticio de invierno.
Asimismo, la construcción del templo definió su planta basilical incorporando los ámbitos de la mezquita preexistente, así como los espacios del entorno urbanístico.

Las dimensiones de la nave central vienen determinadas por la ocupación del espacio anterior de la mezquita.

La construcción de la fachada principal se hizo en tres fases cronológicas (siglos XVI-XVII y XIX) y presenta dos frontis diferentes, interior y exterior. Este es un factor decisivo en la ubicación actual de su rosetón visto desde el muro interior.

Asimismo, durante todo el año, en el interior de la Catedral se pueden contemplar otros episodios de luz siguiendo la rotación solar y su difusión policroma proyectada sobre la estructura arquitectónica y los elementos muebles del patrimonio catedralicio.