Hay escapadas al alcance de la mano y aquí te presentamos unas cuantas. Todas ellas, en un radio de 130 kilómetros alrededor de Barcelona.

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Cuando los cláxones enloquecidos de los coches se confunden en tu cabeza con el goteo incesante de personas transitando calles a las carreras y camiones en doble fila que llenan de palés las grandes superficies, entonces no hay duda. Ha llegado el momento de tomarse un respiro. Pero la quietud y la naturaleza parecen siempre tan lejos desde el centro de la abarrotada ciudad… Parecen, sí, pero no lo están. Hay escapadas al alcance de la mano y aquí te presentamos unas cuantas. Todas ellas, en un radio de 130 kilómetros alrededor de Barcelona. Todas ellas, a menos de dos horas de viaje. Todas ellas, low cost. Eso sí, son más accesibles en coche.

Si no dispones de vehículo propio, consultando sitios web como Liligo puedes alquilar un coche barato en Barcelona, ya que podrás comparar precios entre diferentes empresas de alquiler. De ahí en adelante, se acabaron las preocupaciones. No hay pueblo en esta lista que no sepa quitarle el hipo al más intrépido viajero.

  1. Rupit i Pruit

Tras una hora y media de trayecto desde la ciudad condal, nos sumergimos sin bomba de oxígeno en la más encantadora Edad Media. Este pueblo de piedra y madera, rodeado del más frondoso vergel, nos regala sonoros paseos entre calles angostas y casas que se confunden con la naturaleza. El castillo y la iglesia le ponen la guinda al pastel.

  1. Montserrat

Sería un sacrilegio confeccionar una lista de lugares maravillosos y no hablar de este santuario. No por más conocido que sus compañeros de esta lista, deja de valer la pena. En la cima de un macizo rocoso de inconmensurables dimensiones, y a solo 63 kilómetros de Barcelona, habita este monasterio benedictino que hace las mieles de cualquier Instagram. Las vistas no pueden describirse con palabras, pero lo intentamos: magníficas.

  1. Tavertet

Si peñascos y despeñaderos son formaciones de tu gusto, no tienes que conformarte solo con Montserrat. Sobre una inmensa roca a 105 kilómetros al norte de la capital catalana, habita el pueblo de Tavertet. Sin ir más lejos en los detalles, desde los bucólicos parajes que cubren los puntos más altos de la pequeña localidad, se pueden divisar los pantanos del río Sau y el caudal del río Ter.

  1. Castella de N’Hung

Y si todo vestigio de actividad humana es demasiado para tu humor de perros, Castella de N’Hung es tu lugar. Frente al agresivo manantial donde nace el río Llobregat, el matrimonio perfecto entre roca, agua y musgo deja sin palabras a aquellos que se atreven a visitarlo. Además, a poca distancia de este pequeño paraíso, en la localidad de Pobla de Llillet, se encuentran los Jardines Artigas de Guadí. Sería una pena perdérselos.

  1. La Rápita

A priori, aunque llena de tradiciones, La Rápita puede no parecer un pueblo espectacular. Sin embargo, si merece ser visitada es porque solo en sus inmediaciones podrás admirar la sobrecogedora magnitud del Delta del Ebro. En sus 320 kilómetros cuadrados de infinita riqueza natural, podrás pasear entre arrozales, disfrutar de magníficas playas o aventurarte hacia la isla de Buda. El mirador de Guardiola ofrece la vista más espectacular sobre el paisaje.

¿Quién dijo que para desconectar hay que irse bien lejos?