Sergio Martínez es el capitán del ‘Galaxie’. Este joven pero experto marino, en excedencia de la Armada, ha formado parte de la tripulación del ‘Fortuna’. | Pere Bota

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Las dos palabras claves para entender la labor que desde 1992 lleva realizando la Fundació Joves Navegants de Balears son sail training. «Se trata de la náutica terapéutica e instructiva como forma de vida y enfoque para los jóvenes con problemas», explica la coordinadora de proyectos de la asociación, Claudia Suárez Neuhaus.

Como, por desgracia, suele ocurrir a menudo, esta iniciativa no partió de personas mallorquinas, sino que fue un grupo de navegantes ingleses residentes en Mallorca que un día de hace 26 años pensaron en poner en práctica el sail training. De este grupo de amantes de la mar, entre los que había abogados, capitanes de barco, ingenieros, etc... aún se encuentra dentro del patronato Jane Thompson.

La Associació Joves Navegants de Balears utilizaba al principio sus propios barcos y en ocasiones alquilaba alguno, hasta que llegó en 2003 la donación del velero Galaxie, el actual buque escuela en el que realizan casi la totalidad de las actividades.

El máximo responsable a bordo es Sergio Martínez, quien está en excedencia de la Armada (durante siete años estuvo en la tripulación del Fortuna) para embarcarse en este proyecto. «En un principio la fundación tenía un grupo de capitanes a los que se recurría cuando había alguna salida programada. Era complicado cuadrar horarios y por eso los responsables pensaron que era mejor ¡contratar a un responsable fijo de la embarcación».

El Galaxie suele realizar rutas de entre un día y una semana de duración. El rumbo de la travesía depende mucho de las previsiones meteorológicas. A bordo van chicos que vienen desde los servicios sociales de los ayuntamientos. «Para ellos es toda una experiencia, porque aquí se les enseña valores como compromiso, trabajo en equipo, cumplir con unas rutinas, horarios... Por norma general los chicos acaban encantados y uno de los aspectos que más cambia es el de la comunicación, porque suelen ser chicos retraídos y aquí nos les queda más remedio que relacionarse», explica el capitán.

Durante una travesía de varios días es también habitual que se produzca alguna discusión, aunque nunca pasa a mayores. «En el barco están prohibidas las bebidas alcohólicas los móviles y, en principio, el tabaco, aunque alguna vez nos hemos encontrado con algún chico fumando en el baño a escondidas por lo que es mejor que el que quiera pueda fumar pero bajo mi supervisión o la de alguno de los monitores. Está comprobado que esta medida es más efectiva que prohibir porque si lo haces van a acabar fumando sí o».

La próxima salida programa tendrá lugar la semana que viene como premio a los alumnos que están realizando una FP Dual y que se han encargado en las última semanas de pintar el barco, gracias a la colaboración de la empresa Nautipaints.