Imagen del italiano Gianluigi Turtora. | Jaume Morey

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Diez días, una vuelta a pie a Mallorca y ningún sitio fijo donde dormir. Este es el plan de vacaciones de Gianluigi Turtora, un italiano de 24 años residente en Suiza que está estos días recorriendo la Isla. En compañía de una pequeña mochila, una hamaca y un par de zapatillas, este joven estudiante de Física es uno de los muchos mochileros que visita la Isla sin alojamiento reservado y opta por dormir en lugares públicos.

«Esta es la segunda vez que visito Mallorca», explica el mochilero. «La primera vez fue el año pasado, con mi hermano; estuvimos en la zona de Palma y me gustó, así que he querido volver», apunta.

Tampoco es el primer viaje en solitario que hace: en 2016, Turtora recorrió Italia, su país natal, en coche.

Viajar solo le llama la atención porque «sigo mi camino, hago lo que quiero y es la manera de conocer de verdad los lugares. Si vas con compañía es más fácil que vayas a lugares turísticos».

Planes

Gianluigi Turtora llegó este miércoles a la Isla. La primera noche durmió en un hotel, pero después decidió ir por su cuenta y dormir donde le venga bien cada noche. «Cuando llegué, cogí un hostal y pasé la noche allí, pero es muy caro y prefiero no tener nada fijo y dormir donde pueda». La primera noche colocó su hamaca en las pérgolas cercanas al hospital Sant Joan de Déu. «No lo veo un sitio peligroso. La gente que me ha visto no me ha dicho nada y además estoy fresco, al lado del mar y con el cielo lleno de estrellas. Es un lugar estupendo».

El joven no sabe dónde dormirá mañana. Explica que seguirá la costa y que pretende acabar «en Sóller y allí cogerme el ferrocarril de vuelta a Palma». El viajero anima a los jóvenes a que viajen solos porque «es la única manera de hacerte rico emocionalmente».