La reina doña Sofía, en el asiento del copiloto, y el matrimonio Fruchau, detrás, este martes a mediodía a su llegada al almuerzo con Michelle Obama. | Julián Aguirre

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Ya se puede decir que Michelle Obama es una enamorada de Mallorca, aunque no lo quiera demostrar en público. Es la tercera vez que la exprimera dama de Estados Unidos visita la Isla.

La primera ocasión fue por espacio de apenas unas horas. Fue el 9 de agosto de 2010, cuando Michelle y su hija Sasha comieron en el Palacio de Marivent por los aquel entonces Reyes Juan Carlos y Sofía y la princesa Letizia. Los anfitriones y sus invitadas posaron sonrientes en la escalinata principal antes de degustar un almuerzo en palacio. Apenas fueron dos horas de visita, pero en tan poco tiempo Michelle Obama debió de sentir un pellizco por Mallorca.

Sin embargo, sus compromisos oficiales (Barack Obama fue presidente de EE UU del 20 de enero de 2009 hasta el 20 de enero de 2017) le impidieron repetir experiencia hasta hace justo un año, cuando aceptó la invitación del exembajador de Estados Unidos en España, y amigo personal, James Costos, para conocer Mallorca. Fue una estancia de varios días en la finca Ses Planes, possessió en Esporles de Marieta Salas.

Durante el pasado verano Michelle recorrió buena parte de la Isla, sobre todo la Serra de Tramuntana, donde Costos y su marido, el prestigioso interiorista Michael Smith hicieron de anfitriones. Michelle realizó paseos, comió en restaurantes como Ca Na Toneta, en Caimari, y quedó impresionada con las vistas desde un yate, fondeado frente a la Catedral de Palma iluminada, tal y como explicó Costos en una entrevista publicada hace unos días en este periódico.

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Sin embargo, las pruebas gráficas de lo bien que se lo pasó Michelle Obama fueron escasas debido a las extremas medias de seguridad y a la pocas facilidades que dio la propia Michelle para ser fotografiada.

Y, esta tercera visita va por ese camino. Este martes, Michelle Obama pisaba Mallorca a las 07,20 minutos de la mañana, cuando bajaba las escalinatas del avión y, junto a su equipo personal de seguridad, se desplazó hasta la sala de autoridades.

Unas fuertes medidas de seguridad con miembros del cuerpo de la Guardia Civil y Policía Nacional se ocuparon de que la ex primera dama saliera del aeropuerto sin que la siguieran los periodistas. Poco después, Michelle Obama era recibida por James Costos y Michael Smith en la residencia donde pasará unos días, previsiblemente hasta el próximo lunes.

Durante todo el día, Michelle no salió de donde se hospeda y a las 14 horas del mediodía recibía la visita de la reina emérita, doña Sofía, acompañada del matrimonio Fruchaud. Almorzaron y disfrutaron de una tranquila sobremesa hasta las 17 horas, cuando doña Sofía se despedía de Michelle y James Costos, para volver al palacio de Marivent.

Por la tarde, miembros de seguridad de Policía Nacional, de paisano, fueron identificando a los periodistas en la zona. No hubo oportunidad de realizar ninguna instantánea, porque Michelle no salió, pero, y si sale en los próximos días, ¿se dejará hacer fotos?, o ¿se esconderá como el verano pasado?