El exboxeador y presentador de televisión posa para Ultima Hora. | Click

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Aparece con una camiseta de un elefante que le trajo su suegra de Tanzania. Un camarero del restaurante Brisa Marina, en el Port de Pollença, explica a un cliente quién es el hombre que hay sentado en la mesa, justo debajo del esqueleto de un pez de madera incrustado en la pared.

Es el exboxeador Jero García, presentador del programa 'Hermano Mayor' y entrenador de boxeo en el gimnasio La Escuela (Madrid). Prepara un libro sobre historias de púgiles y entrenadores que le han servido de motivación. Saldrán Jack Johnson, Floyd Patterson, Joe Frazier, Ali o Cus d’Amato. También habrá capítulos dedicados a los suyos: Miriam ‘La Reina’ Gutiérrez, Ardy Rodríguez o Damián Guinea. Los de su tribu.

¿Va a regresar a la televisión?
— En teoría el programa está descansando. Creo que le hacía falta. Nos encontramos en un momento de cambios en la televisión y hay que dar una vuelta a Hermano Mayor. El programa está bien y funciona porque ayudamos a las familias, pero se puede ayudar a más gente.

La política enfurece a los ciudadanos...
— No ayuda. El viernes vi en un telediario cómo se encaraban el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el presidente del PP en Catalunya, Xavier García Albiol. Hice un examen gestual y en ese momento había más violencia que en cualquier pelea en la puerta de una discoteca. Me dio auténtico asco. El macarrismo de Torra no lo he visto ni en mi barrio (Carabanchel). Esas cosas no se pueden hacer. ¿Tú eres el que estás apelando al diálogo? La violencia no es solo llegar a las manos. A veces, la violencia son las miradas o las palabras. Y ahora mismo, en política no están dando ejemplo.

Episodios así ¿influyen en los jóvenes?
— Sobre todo a nivel de valores. Uno de mis héroes, a los 15 años, era Adolfo Suárez. Veía a los políticos y quería ser como ellos de mayor. Ahora, espero que mis hijos no sean como los políticos. A veces hay que quitar la tele. El viernes estaba leyendo el periódico y de las primeras cinco páginas, cuatro hablaban de corrupción. Tomé la decisión de empezar a leer los periódicos por atrás, como va todo, de culo.

Kapuscinski decía que hemos convertido la información en espectáculo.
— La televisión es un espectáculo, menos mi programa que, desgraciadamente, es real. La gente muchas veces lo tacha como un espectáculo, pero realmente no quiere ver lo que está ocurriendo.

Lo que mejor funciona en este país es el Atlético de Madrid.
— Estoy completamente de acuerdo. Por los valores que imprime. Yo no quiero forzar a la gente, pero a los chavales que entran a mi gimnasio les pregunto de qué equipo son para saber si están preparados para la frustración. Al final, en el boxeo tienes que estar preparado para la adversidad y siendo del Atleti tienes tres puntos a favor.

Ardy Rodríguez, uno de sus pupilos, cayó derrotado en su última pelea en Inglaterra . ¿Cómo la vivió?
— Ardy es un boxeador valiente. Nos tocó con Thomas Ward, una estrella, que ha sido olímpico y tiene un récord de 24 victorias y 0 derrotas. Sabíamos que lo teníamos complicado y creo que hicimos muy buen papel. Ardy es un personaje, y después entraron al vestuario a felicitarnos y a imitarle. Bajaban las manos y hacían esquivas. Ardy, para lo bueno y para lo malo, muere vestido de torero. Fiel a su estilo.