Los participantes tuvieron que superar una serie de pruebas que los organizadores habían preparado, como un guion futurista con guiños a la película australiana Mad Max. En medio de las pruebas, que se prolongaron durante más de siete horas por las calles de la localidad, los participantes tuvieron que evitar ser atrapados por un zombi.

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Una noche diferente, más bien terrorífica. Todo comenzó así: un crucero con destino a Mallorca llegó a sus costas lleno de militares con el objetivo de inspeccionar la Isla y ver que todo estaba en paz en sus localidades.

Pero se encontraron con un problema. El pueblo de Capdepera llevaba varios días en silencio. Solo había rumores que apuntan a la existencia de un grupo que se hacía llamar los Nihil, que se había hecho con el control de la ciudad. Así empezó el Suvirval Zombie de Capdepera, un juego que reunió a todos los personajes anteriores y que encandiló a 1.500 participantes llegados de todos los municipios de la Isla.

Yincana por todo el pueblo

Los participantes tuvieron que superar una serie de pruebas que los organizadores habían preparado, como un guion futurista con guiños a la película australiana Mad Max. En medio de las pruebas, que se prolongaron durante más de siete horas por las calles de la localidad, los participantes tuvieron que evitar ser atrapados por un zombi.

El juego partió con 60 actores caracterizados como muertos vivientes y otros 30 en distintos papeles, ya fuesen WRG, la Resistencia, militares o guardianes. A medida que la noche avanzaba, el número de supervivientes fue disminuyendo y las solitarias calles de Capdepera se fueron llenando de zombis, propagando el terror hasta cerca de las 2.45 de la madrugada, cuando se divisó el final del juego.

Es la primera vez que la Isla celebra este evento y ha sido posible gracias a la iniciativa del Centre Jove de Capdepera. Sin embargo era la edición número 160 realizada en toda la Península y por la que ya han pasado más de 140.000 jugadores.

Los escenarios repartidos por todo el pueblo y sin ninguna calle cortada ni ningún itinerario previsto sirvieron para dar más realidad al juego. Así, cualquier vecino pudo encontrarse con los zombis y con el correspondiente susto en cualquier esquina, plaza, cochera o entradas de viviendas de la localidad.

La redes sociales fueron una parte fundamental para la gran participación en el juego de ayer. Los organizadores indicaron que «contábamos con muchas peticiones de mallorquines para traer el juego a la Isla. Y, al final, la participación no ha defraudado».