El desfile de Ágatha Ruiz de la Prada en la Madrid Fashion Week. | Youtube: LibertadDigital

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Los diseñadores Ágatha Ruiz de la Prada, Juan Duyos, Devota&Lomba y Ana Locking han empoderado a la mujer con unas colecciones bien pensadas, atentas a sus necesidades, que la fortalecen y la hacen sentirse «divina» en todos los sentidos.

Entre olés y aplausos, ha comenzado el desfile de Ágatha Ruiz de la Prada. La bandera de España tapizaba la pasarela, el himno español sonaba a todo volumen, y el público estaba en pie cuando comenzó el desfile de Ruiz de la Prada con un vestido corto que representaba la rojigualda.

En esta colección, la diseñadora ha rebajado la teatralidad de sus patrones y ha mostrado una faceta más minimalista sin perder su esencia, su optimismo, su visión pop del mundo, ese punto de locura que tanto gusta.

En las bambalinas de la pasarela, el jefe de talleres, Javier Carrera, ha explicado que en esta nueva colección Ruiz de la Prada ha querido «estudiar mucho el patronaje» para «marcar hombros y cintura» con la intención de potenciar el poderío femenino.

Se han visto trajes de chaqueta, faldas cortas conjuntas con camisas de plástico «oversize», como si la chica «hubiera robado» las camisas a su novio.

Tras una salidas con pantalones bombachos de pana, andróginos y sexis al mismo tiempo, conjuntados con camisas serigrafiadas con mensajes como «Hoy lunes visto de Ágatha», ha aparecido en escena un vestido de novia que consistía en un abrigo de peluche beige y vestido corto en rosa bebé con un gran corazón en el pecho.

Después, faldas lápiz, pantalones de pata de elefante, chaqueta-vestido de lentejuelas y, por supuesto, vestidos con grandes volúmenes.

Por si hubiera alguna duda y quisiera lanzar algún mensaje, la enérgica diseñadora, tras el desfile, ha salido a saludar con un minivestido de novia en rosa chicle.

Como es habitual en sus colecciones, Modesto Lomba, director creativo de Devota&Lomba, ha ahondado en la geometría y el estudio de la simetría para componer una colección de bellos volúmenes con alpaca y lana que en ocasiones se han desfilado con cuadros escoceses en tonos verdes y limas y puntos de luz rojo.

Devota&Lomba, desde su anterior colección, se ha olvidado del origami y de la papiroflexia y ha dado un giro que desprende calidad y confort para una mujer serena.

Valores y cualidades que se vieron en su anterior trabajo y que ahora profundiza en unos vestidos con grandes bolsillos, mangas de jamón y patrones que invitan al confort.

Trajes de chaqueta, abrigos, chaquetones y capas desprenden fuerza y nacen con la vocación de vestir a una mujer para el día a día; la noche no tiene cabida en las propuesta de Devota&Lomba.

La mujer de Ana Locking no tiene miedo. «Just fear it» (témelo) es el mensaje que ha querido transmitir desde la pasarela Ana Locking, quien ha presentado una colección oscura, muy en su línea informal, con la que invita a ver el lado «bueno» del miedo e impulsa a «arriesgar».

Prendas deportivas como las chaquetas «bomber» se han pasado al lujo con tejidos brillantes como «jacquard», «moiré» o lentejuelas mezcladas con espumillón.

Locking, que acaba de cumplir 10 años sobre las pasarelas haciendo ropa de mujer y de hombre, ha querido recoger también algo de su primera colección, completamente negra. En esta propuesta, el color carbón ha sido el encargado de abrir y cerrar el desfile.

Con mujeres «reales» y a paso «lento y seguro», Juan Duyos ha alumbrado una colección de costura a medida para una mujer «real», para todas aquellas que llegan a su taller.

Su hermana, su vecina, las amigas de toda la vida del diseñador o la cocinera Begoña Rodrigo han sido las modelos de Duyos, mujeres que han mostrado vistosos vestidos cuajados de pequeños volantes o de lentejuelas, cristales y abalorios que recreaban un jardín vertical. Con este trabajo, Duyos vuelve a demostrar que la artesanía y la costura son sus grandes valedores.

Fuera de Ifema, La Condesa se estrenó en la pasarela madrileña con un trabajo ideado para una aristócrata con un toque canalla.

Por la mañana, la pasarela estuvo repleta de guiños a la estética de los años 80 con el trabajo de Andrés Sardá, The 2nd Skin Co. y Hannibal Laguna.