Pilar Abel reivindica ser la hija de Salvador Dalí. | Efe

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La Fundación Gala-Salvador Dalí, la abogacía del Estado y la Fiscalía han reclamado este lunes 18 de septiembre al juez que la vidente Pilar Abel pague costas «por temeridad» al entender que su demanda para ser reconocida como hija del pintor Salvador Dalí ha tenido una «intención caprichosa, reticente y sin fundamento».

El Juzgado de Primera Instancia número 11 de Madrid ha celebrado una vista oral para estudiar la demanda de paternidad presentada por Abel para ser reconocida como hija del pintor catalán. El auto se conocerá previsiblemente a partir de la próxima semana.

«Hay que imponer costas por temeridad para poner coto y sancionar a personas que de manera tan frívola interponen demandas tan serias», han explicado los abogados de la Fundación Gala-Dalí, quienes han apuntado que en este caso ya hay «una verdad científica». Por su parte, el fiscal ha insistido en que se ha actuado «de manera caprichosa e infundada» y no ve «sostenible que no se defienda la memoria de los muertos».

Por su parte, la defensa de Pilar Abel ha intentado desde el inicio de la vista oral la suspensión del proceso al no contar con un «informe riguroso» sobre la custodia de las pruebas de ADN, que ha sido rechazado por el juez. «Solo pedimos un proceso de transparencia porque, en este caso, al ser demandado el Estado, el Instituto de Toxicología es juez y parte», ha señalado el abogado de la vidente.

Hace unos días ya se desveló que las pruebas de paternidad realizadas tras la exhumación de los restos mortales del genio ampurdanés determinaron que la pitonisa no era su hija. El cuerpo de Salvador Dalí fue exhumado el 20 de julio a petición de la titular del Juzgado de Instancia 11 de Madrid, que ordenó abrir la tumba con el fin de extraer material biológico y comprobar la supuesta paternidad que reivindicaba Pilar Abel.

Para desenterrar los restos mortales del artista, fue necesario retirar una losa de una tonelada y media de peso debajo de la cual descansa el cadáver embalsamado de Salvador Dalí desde hace 28 años en el Teatre-Museu de Figueres. Para cotejar las pruebas genéticas de Abel con los restos mortales de Dalí se extrajeron pelo, uñas, dientes y dos huesos largos que en adelante serán repuestos en un acto privado para preservar la integridad del cuerpo del difunto.

Durante la vista oral, los abogados de la Fundación han reiterado en numerosas ocasiones que no debería haber acudido a este proceso, al no ser la heredera del legado de Dalí -es el Estado-, si bien ha criticado a la demandante. «Esta demanda nunca debería haber sido admitida a trámite», ha añadido.

«Se habla de relaciones íntimas pero no se ofrecen más datos ni detalles. Es una demanda fruto de una imaginación abundante y una inclinación clara a atraer el foco de atención de los medios de comunicación, ya que le precede un currículum como la demanda contra Javier Cercas», ha señalado la defensa.

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La Fiscalía ha alertado sobre los riesgos de «intentar sembrar dudas» sobre la labor del Instituto Nacional de Toxicología. «No se puede poner en cuestión la labor de profesionales serios: los resultados de la prueba de ADN no solo son una verdad científica, sino que también es material y prácticamente ya no se necesita nada más. Ojalá otros jueces contaran con pruebas tan fiable», ha añadido.

En esta misma línea, la abogacía del Estado ha insistido en la «independencia» del Instituto Nacional de Toxicología, que ofrece resultados «fiables». «No ha existido ninguna irregularidad en una prueba con certeza del 100% y se puede afirmar que Abel no tenía filiación con Dalí», ha aseverado.

Pilar Abel ha reconocido a los medios a la salida del juzgado que seguirá «luchando» en caso de no haber una sentencia favorable, incluso acudiendo a Estrasburgo en última sentencia. La vidente ha dicho «no creer nada» de este juicio en el que se han escuchado «muchas mentiras», por lo que se ha mostrado «decepcionada». «Pero qué voy a hacer, no me voy a matar», ha ironizado.

El bigote de Dalí

La demandante también ha criticado a los testigos que había citado como parte al no haber comparecido ninguno -por ejemplo, María Carmen Tejada, quien podría haber sido confidente de la madre de Abel-, salvo el forense Narciso Bardalet. Sin embargo, Bardalet ha cuestionado también la demanda al afirmar que la única máscara que planearon en el embalsamamiento a Dalí no llegó a hacerse por riesgo de dañar el bigote del artista.

«Dalí era famoso por sus pinturas, su extravagancia y su bigote, por lo que no nos podíamos arriesgar a que la máscara dañara esa parte de su cara», ha explicado el forense, tras indicar que optaron por una máscara de papel film que «al final no es una máscara fiable» para prueba de AND.

Luchar contra Goliat

Abel ha insistido en que, tras conocer la sentencia y en caso de ser negativa, apelará por las pruebas de cadena de custodia. «He visto esto más surrealista que una obra de Dalí, porque yo sé que una cosa es verdad y se está diciendo que es mentira», ha defendido, después de definir esta batalla judicial como «luchar contra Goliat».

Asimismo, ha defendido la salud mental de su madre --la defensa de la Fundación ha apuntado durante la vista oral que hace varios años la vidente reconoció en un programa de televisión que su madre padecía demencia senil--. «El Estado español tiene las pruebas de certificado médico de mi madre y está inválida y sorda, pero con una mente muy buena», ha concluido.