La falta de claridad en el cielo y la Luna dificultaron ver este fenómeno astronómico en el Castell de Bellver, al que acudieron 275 personas. | Jaume Morey

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El Institut Mallorquí de Ciències de l’Espai (IMCE) organizó en la noche del viernes en el Castell de Bellver una jornada que concluyó con la visión de las Perseidas a través de tres telescopios situados en el exterior del patio central de la construcción gótica.
Un total de 275 personas acudieron a este encuentro. Divididos en tres grupos, y tras el pago de 10 euros, recibieron las explicaciones de Lluc Mas, presidente del IMCE; Elena González, ingeniera informática, y Margalida Barrera, especialista en divulgación científica. El objetivo de este encuentro no era tanto ver las perseidas, como adquirir unos conocimientos.
La lluvia de meteoros se vio dificultada, además de por las nubes, por la Luna.

Historia
Las Perseidas son conocidas como Lágrimas de San Lorenzo porque el 10 de agosto es el día de este santo. En la Edad Media y el Renacimiento, las Perseidas tenían lugar la noche en que se le recordaba, de tal manera que se asociaron con las lágrimas que vertió San Lorenzo al ser quemado en la hoguera.

Su velocidad media es de 60 kilómetros por segundo y su primera visión data del año 36 dC en la China de la dinastía Han, aunque no fue hasta 1835 cuando el belga Adolphe Quetelet demostró que en agosto y de forma cíclica se produce una lluvia de estrellas.


El cuerpo progenitor de las Perseidas es el cometa 109P/Swift-Tuttle. Fue descubierto por Lewis Swift y Horace Parnell Tuttle en 1862. Posee un diámetro de 26 kilómetros y su órbita solar tiene un período de 135 años. Y fue Giovanni Schiaparelli quien descubrió la relación entre este cometa y las Perseidas. Para este sábado, el IMCE ha organizado otra jornada en la finca de Galatzó y habrá disponibles autobuses lanzadera desde el Palau d’Esports de Calvià.